En la actualidad, en las empresas, hay una fuerte tendencia hacia las habilidades blandas, es decir, aquellas que se dan por hecho pero que debido a la virtualidad se han dejado de desarrollar y que son fundamentales para construir equipos que pueden atender el dinamismo y la velocidad de un mercado diverso.
De acuerdo con Lina Sintes, Partner & Managing Director de Cornerstone Colombia, hay algunas habilidades que potencian las fortalezas individuales y las convierten en colectivas.
Entre ellas están la escucha activa, que es la capacidad de prestar una atención activa y completa al interlocutor, predisponiéndose tanto física como mentalmente a escuchar y entender el mensaje que quiere transmitir.
Poner atención no para responder, ganar o resolver sino para aprender. Algunos de los beneficios son la mejora en las relaciones interpersonales, el fortalecimiento del conocimiento, construcción de entornos de confianza y su ayuda a la resolución de conflictos.
Flexibilidad y comunicación
Por otra parte, está la flexibilidad mental. Es decir, estar abierto a entender otras perspectivas y a partir de ello estar dispuesto a replantear las propias en la medida en que se asimilan nuevos aprendizajes.
Esta habilidad permite oír sin apasionamientos, entender perspectivas diferentes, construir soluciones creativas y diversas, así como desarrollar un pensamiento crítico.
También está la comunicación asertiva, que es la habilidad de expresar sentimientos u opiniones en el momento oportuno con las palabras adecuadas. Esto hace que se pueda conversar y debatir con calma y respeto, construir espacios seguros y que las opiniones de una persona sean más valoradas. Cuando la comunicación es asertiva definir un norte como equipo y construir acuerdos es más fácil.
En cuanto al trabajo colaborativo, hace referencia a trabajar con los demás de manera efectiva, conjunta, dinámica y descentralizada para alcanzar los objetivos compartidos que se han definido como equipo, lo que fomenta la interacción social, la generación de ideas innovadoras, crea confianza y fomenta el compromiso.
Otra habilidad blanda es la perseverancia, la capacidad de ser constante y consistente con los objetivos planteados lo que incentiva la disciplina y la resiliencia, genera beneficios de corto, mediano o largo plazo y permite establecer metas claras y bien definidas.
Estilos de liderazgo
Sintes también destacó que la combinación de la diversidad de los estilos de liderazgo son clave para el éxito de los equipos de trabajo.
Entre ellos está el estilo de liderazgo carismático, el líder capaz de motivar, dirigir e influenciar positivamente a su equipo de trabajo. Es una persona flexible y adaptable, que construye relaciones cercanas con un amplio número de individuos para conocerlos mejor y sacar de ellos su mayor potencial. Actúa como motivador debido a su positividad e iniciativa.
O el liderazgo equilibrado, aquella persona capaz de entender múltiples perspectivas y negociar encontrando un equilibrio entre diferentes estilos comportamentales de su equipo.
Buscan oír diferentes opiniones, aprender de otros, pero también innovar y asumir riesgos cuando una situación lo amerita. Se gana la lealtad, admiración y respeto de otros por su postura ecuánime, simpatía y comprensión.
O el conservador, aquel líder analítico, mesurado, capaz de evaluar y ponderar los riesgos asociados a la toma de una decisión. Es exigente, valora la calidad, habilidad técnica, la data, los hechos y experiencias de otros ya probadas que permitan sortear las situaciones de maneras más previsibles. Le gustan los entornos en donde la planeación y registro exacto permite identificar puntos de mejora continua.