Dos años después del comienzo de la pandemia y el confinamiento, siguen los retos al interior de muchas empresas para adaptarse a las necesidades actuales del mercado laboral, que exige la creación de nuevas dinámicas de trabajo y canales de comunicación que permitan mantener la competitividad, sin afectar el bienestar y la estabilidad de los colaboradores.

Gracias a los desafíos del confinamiento nacieron nuevas formas de trabajo, la mayoría de ellas atendiendo la necesidad de retomar labores presenciales. Muchas oficinas regresaron a la presencialidad total, mientras que otras empezaron a adoptar alternancias entre sus trabajadores y otro grupo consolidó el teletrabajo.

¿Qué exige cada modalidad?

Teletrabajo Permanente: Requiere de herramientas colaborativas que permitan que los empleados se puedan comunicar de manera efectiva. Por tanto, necesitan de alguna reunión presencial por lo que si es necesario, hacen uso de espacios de trabajo tipo coworking. Modelo para empresas que no contemplan la posibilidad de tener instalaciones físicas.

Trabajo híbrido: Las empresas cuentan con un espacio físico para actividades imprescindibles, reuniones de equipo y clientes. Los colaboradores pueden trabajar algunos días de la semana en la oficina o también tienen la posibilidad de teletrabajar. Es el modelo de trabajo más flexible.

Modelo presencial en la oficina: Se refiere a empresas que prefieren contar con sus empleados físicamente en las instalaciones de trabajo; las instituciones que adoptan este modelo, requieren de la presencia de los empleados por el tipo de actividad laboral que ejecutan.

Un reciente estudio presentado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) reveló que el teletrabajo fue, sin duda, una de las herramientas que más se ha venido usando desde que comenzó la pandemia y que pese a que con el regreso de la nueva normalidad, muchas empresas regresaron a las oficinas, todavía se sigue usando en algunos casos.

Así mismo, cifras entregadas por el “Estudio de Perspectivas LATAM 2022″ realizado por PageGroup, 44,3 % de las organizaciones aseguraron que se encuentra trabajando bajo una modalidad híbrida o mixta.

La seguridad es primordial

Expertos como Sugueit Tautiva, manager en Axity, señalan que sin importar la modalidad que se escoja, muchas empresas deben empezar a apostar por la seguridad de su información, destacando que este activo es tal vez el más valioso, sin importar la modalidad de trabajo con la que se cuente.

“Es de vital importancia prepararse y protegerse con servicios basados en las mejores prácticas de seguridad informática globales y de la mano de expertos con alto nivel de confianza. Ya que, por culpa de la inmediatez de los hechos relacionados a los virus, no nos percatamos de mantener una línea firme de división entre los dispositivos empresariales y los laborales; línea que no es conveniente cruzar”, dijo Tautiva.

De acuerdo con esta firma, es necesario que en este proceso de transformación y convergencia digital, las organizaciones contemplen alternativas que ofrecen grandes soluciones para apalancar la madurez de la seguridad. Soluciones que les permitan estar alerta y tomar las precauciones de forma anticipada para evitar incidentes que puedan comprometer uno de sus activos más importantes: la información.

Por último, sea cual sea la necesidad de cada organización, es importante revisar ciertos parámetros que se deben tener en cuenta para optar cualquiera de estos modelos, como las herramientas de monitoreo, herramientas colaborativas con I.A. (Inteligencia Artificial), equipos de telepresencia con I.A. y sensores ambientales.

También se deben revisar soluciones de seguridad de borde a nube, que exista una comunicación asertiva, generar programas de capacitación y estrategias para fortalecer el trabajo en equipo.