Una pregunta usual cuando se busca trabajo es cómo organizar la hoja de vida. Y no es para menos, el currículo debe ser lo suficientemente atractivo para acceder a una entrevista y, en el caso de redes sociales como LinkedIn, para llamar la atención de reclutadores.
Una buena hoja de vida es mucho más que tener la experiencia necesaria para ocupar un cargo: implica que esté organizada, que no sea demasiado extensa, que sintetice lo que más pueda la información relevante para quien la está ojeando, es decir, un probable empleador.
The Ladders, una compañía de los Estados Unidos, realizó un estudio para ver qué es lo primero que ven en una hoja de vida las personas a cargo de la selección de personas en las empresas. En la investigación participaron 30 reclutadores, analizados mientras revisaban los currículos durante dos meses.
El principal hallazgo, que deja en evidencia la necesidad de impactar con la hoja de vida, es que los reclutadores solo dedican seis segundos para verla, debido a la cantidad de currículos que llegan, bien sea en LinkedIn, portales de trabajo o correos electrónicos.
En esos seis segundos efectúan el primer filtro para escoger al personal con el que quieren contar las empresas.
Pero, ¿en qué se fijan en tan poco tiempo? En la fecha de ingreso y de salida del último empleo, así como el nombre de la empresa en la que se desempeñó el aspirante. Por supuesto, también se fijan en el nombre del postulante y en la educación que en teoría lo hace idóneo para el cargo.
No basta, sin embargo, con haber estudiado en compañías de renombre y en universidades reconocidas si en la hoja de vida no están lo suficientemente organizadas para leerlas sin dificultad, según The Ladders.
Claves para una buena hoja de vida
Según Jorge Sánchez Morzán, especialista en ayudar a mejorar la marca personal tanto de estudiantes como profesionales, lo ideal es ajustar el perfil profesional dependiendo de la empresa y el cargo al que se va a postular. Es decir, no casarse con un formato único.
“Si bien es cierto que los reclutadores se fijan mucho en la mitad de la parte superior de la primera hoja de tu curriculum vitae, puedes comenzar en mejorar tus datos personales, resumen o extracto y tus tres primeros cargos, y adecuarlo a cada puesto laboral que postulas”, explicó en LinkedIn.
Otra sugerencia es agregar no solo las tareas realizadas en los últimos empleos, sino los logros ocupando el cargo, que ojalá sean cuantificables.
“No incluyas elementos visuales que podrían distraer al seleccionador, porque este tipo de elementos reduce la capacidad analítica e impide la toma de decisiones de ellos”, agregó Sánchez.
No está de más recomendar descartar en la hoja de vida correos electrónicos ridículos, si cabe la expresión, que pueden echar a perder los puntos obtenidos con la experiencia laboral y los estudios efectuados.
Currículum ciego, ¿qué es?
Este tipo de hoja de vida, conocida en inglés como Blind CV, es básicamente una hoja de vida que carece de alguna información personal, como la fotografía, origen, nacionalidad y edad del candidato. También suprime su dirección postal o dirección de residencia.
Todo esto, con el fin de que el empleador no pueda asociar ningún poder adquisitivo o cultural determinado. Solo contiene información primordial para que el reclutador pueda hacer su trabajo, como por ejemplo el nombre, dato de contacto como email o número de teléfono, entre otros.
De acuerdo con el portal Telva, este tipo de hoja de vida es común en empresas consultoras de selección o las conocidas headhunters, que envían a empresas CV ciegos para evitar que estas localicen al candidato y le ofrezcan condiciones más convenientes para la compañía.
El objetivo de este currículum es ser un primer filtro que solo evalúe la experiencia profesional y académica. Además, supera el sesgo y la creación de prejuicios o estereotipos frente al candidato, como su edad.