La teoría del calentamiento global y la urgencia de cambiar los métodos de producción para cuidar el planeta, ya están dejando de ser un simple cuento de hadas para muchas empresas y sus clientes, cada vez más optan por aquellos productos que permitan mitigar la contaminación y la reducción de basuras.
Es tal la relevancia que ha adquirido este tema en el mundo corporativo, que ya se habla de un gobierno, dirección o administración ambiental dentro de las empresas, la cual se encarga de crear estrategias para un crecimiento sostenible, que involucre a clientes, empleados, proveedores y demás interesados.
El gobierno ambiental social y corporativo, conocido por sus siglas en inglés ESG (Environmental, social, and corporate governance) es un conjunto de criterios con el que miles de compañías en todo el mundo evalúan hasta qué punto pueden estar alineadas con el logro de objetivos sociales y de sostenibilidad, más allá de maximizar las ganancias para sus accionistas.
Expertos como el economista Karim Zouhdi, quien hace parte del panel de conferencistas de la Universitat Carlemany, indicó que la creación de objetivos de desarrollo sostenible dejó de ser un tema de modas hace mucho tiempo y aprovechó para dar seis razones por las que se debe apostar por este tipo de planes.
La primera es que proporciona una estrategia corporativa compatible y responsable con la realidad a la que se enfrenta el Planeta. Incorporar los criterios ESG permite a las empresas acatar los procesos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas y la posiciona como una institución que apuesta y defiende unos valores éticos, plenamente incorporados por las principales organizaciones a nivel mundial.
Así mismo, la segunda razón es que genera un aumento de la rentabilidad en la inversión, teniendo en cuenta que en los últimos doce meses la rentabilidad de los fondos invertidos en empresas que tienen componente ESG, se ha comportado mejor que las que no tienen una política de inversión sostenible asociada.
“Está realidad también se ha demostrado empíricamente a través de más de 2.000 estudios académicos que demuestran que en más del 70 % de los casos existe una alta correlación entre empresas con criterios ESG y los mejores resultados financieros obtenidos. Se espera que esta diferencia aumente con el tiempo hacia las compañías que tienen este tipo de políticas integradas a su ADN, que sientan que esto debe hacer parte de una realidad que exige el plantel y que, por supuesto, cada vez más clientes exigen, comprometidos con la reducción de los agentes contaminantes”; dijo este experto.
La tercera razón, según el conferencista de la Universitat Carlemany, es que genera una estructura de costes de financiación más eficiente. Aquellas instituciones que han incorporado métricas de este tipo en la gestión de sus procesos y, especialmente, en la reducción de su huella de carbono, pueden acceder a mejores y más variadas fuentes de financiación, que aquellas empresas con una política de gestión de recursos de forma tradicional.
“También hablamos, en el cuarto punto, que permiten una reducción de costes operativos y de producción. Esto entendiendo que tener una estrategia empresarial a largo plazo, que incorpore criterios sostenibles contribuye a una potencial reducción de los costes operativos y de producción, como los costes de energía, los costes de tratamientos de residuos, los costes de contaminación, etc. lo que se traduce en una mejora de los márgenes operativos de la organización”, agregó Karim Zouhdi.
La quinta razón es que ayuda a crear un sistema de gobernanza basado en las buenas prácticas profesionales y principios éticos. En las organizaciones que introducen sistemas de gobernanza ESG se incorpora un proceso de decisión que tienen en cuenta a todos los grupos de interés, empleados, acciones, clientes, proveedores etc.; por ende, la interacción de todos ellos se realiza de forma óptima garantizando profesionalidad y el cumplimiento de los códigos deontológicos.
“La posibilidad de formarse y certificarse en este campo y el compromiso con la sostenibilidad, proporciona a las empresas innumerables ventajas. Contar con profesionales con certificaciones ESG se traduce en una mejora de la reputación del negocio de las organizaciones ayudando a optimizar su competitividad y rentabilidad, todo este proceso acelera la creación de valor para los accionistas”, explicó este experto.
Por último, prepara a la organización para cumplir los requisitos normativos, ya que en todo el mundo la presión normativa es cada vez más importante, especialmente del sector financiero. En el caso de los requisitos ESG, existen varias iniciativas internacionales que exigirán de forma clara y demostrable a las organizaciones que incorporen criterios de sostenibilidad social y de buen gobierno corporativo, tanto en su estrategia corporativa como es un su desempeño operativo diario.