El mundo está cambiando gracias a la tecnología y la humanidad ha sido testigo de ello desde antes del nuevo milenio, en el que muchos entraron en pánico, debido a que la fecha cambiaría y, aunque hubo algunos computadores que sí detuvieron su función, otros continuaron, al igual que los investigadores y desarrolladores.
Asimismo, la pandemia dejó al descubierto cómo la tecnología ha revolucionado la vida misma de las personas, no solamente en la forma de comunicarse -que, hoy día, es una gran e innegable ventaja-, sino también la de trabajar y educarse, por lo que han surgido y empezado a crecer diversas plataformas que buscan satisfacer esta necesidad, sin dejar de lado, los principios éticos y el principal objetivo.
En esta materia, María Camila Jaimes, Country Manager de Superprof manifestó: “Lo que se busca con la educación en cualquier nación, es formar personas socialmente responsables y comprometidas con el desarrollo y progreso de la sociedad, un individuo que tenga bases sólidas en su aprendizaje, pues estará capacitado para dar solución a las diferentes problemáticas que se presentan en la actualidad”.
Por su parte, Martha Castellanos, vicerrectora académica de Areandina, hay diversos tipos de habilidades que ayudarán a crear un futuro digital inclusivo y equitativo: “Hay que tener en cuenta la forma en que se implementa lo digital en la sociedad, necesitamos tener acceso a la información”.
“Tenemos que enseñar a los maestros cómo desarrollar diferentes tipos de enfoques para tener la conciencia sobre lo que la tecnología significa en nuestra sociedad, cómo nos relacionamos con las demás personas, cómo podemos hacer un mejor uso de la tecnología a nuestro favor, crear relaciones, estudiar, desarrollar pensamiento crítico para resolver problemas que requieren prioridad como la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente”, agregó.
Respecto a la tecnología, Phylizia Carillo, product marketing de Emerge, quien participó en el SingularityU Colombia Summit 2022, afirma que “las interacciones humanas serán más intencionadas en el futuro. Ansiamos una conexión profunda, pero nos hemos conformado con una atención rápida (pokes, likes, retweets)”.
“Tanto si nuestras interacciones humanas son en persona como en línea, queremos contribuir a un futuro que haga que la gente se sienta bien con sus relaciones. Al fin y al cabo, la calidad de nuestras relaciones determina la calidad de nuestras vidas”, agrega.
Mientras que Claudia Aparicio, managing partner de SingularityU, expresa que “existen varios escenarios de futuro, como la sustitución de empresas tradicionales por empresas tecnológicas, pero nosotros pensamos que dadas nuestras condiciones de mercado, esto nos es conveniente”.
“Colombia necesita más tejido empresarial, por eso lo que nos imaginamos, es un ecosistema de colaboración entre empresas tradicionales y startups, con una actividad mucho más fuerte de ‘corporate venturing’, es decir, inversión de fondos de empresas tradicionales en los nuevos negocios”, asegura.
En el camino, entonces, es fácil encontrarse ante la creación de todo tipo de contenido y material nuevo; información y data que es importante cuidar, pese a que ya no esté en el mundo físico, pues se trata de diversas ideas novedosas, que pueden incluir modelos de negocio, piezas gráficas o audiovisuales, entre otros.
Ezequiel Canle, operations manager de Ola Guild Games y abogado experto en propiedad intelectual e innovación, habló con SEMANA sobre las pautas fundamentales de propiedad intelectual que tienen que tener en cuenta los creadores digitales en el Metaverso, manifestando que se deben definir cuáles “son los activos intangibles que tenemos y cómo es que los estamos protegiendo. Ya sean marcas, derechos de autor (que por supuesto incluye el software), patentes, modelos/diseños industriales, etc”.
Y recalca: “Si estamos creando para ser nosotros mismos quienes comercializan esas creaciones o si estamos creando para terceros; en el primer caso, somos nosotros quienes debemos hacer el registro, ya sea en Dirección Nacional de Derecho de Autor o Superintendencia de Industria y Comercio (para marcas, patentes y diseños industriales)”.
O si se trabaja de forma independiente para terceros, “debemos tener un documento legal lo suficientemente claro, para establecer quién será el autor, creador, o titular de los derechos de esas creaciones”.