El Gobierno alemán propuso una reforma en la política migratoria que espera impulsar la regulación de más de 100.000 extranjeros sin permisos de residencia, siempre y cuando cumplan ciertos requisitos.
La medida que tomó el Gobierno alemán afectará a personas que llevan ya varios años en el país, cuya situación legal es irregular y a las que no se ha deportado por razones administrativas o humanitarias. A estas se las conoce popularmente como “geduldete” (tolerados). Además, los menores de 27 años solo necesitan tres años para regular su estatus.
Asimismo, busca acelerar la integración de los jóvenes. Las personas menores de 27 años podrán solicitar la residencia permanente después de permanecer en el país durante tres años bajo ciertas circunstancias. Además, las reformas a las leyes de extranjería trabajarán para hacer de Alemania un destino más atractivo para inmigrantes calificados.
Estos cambios ayudarán a otorgar visas a los familiares de estos profesionales calificados en el futuro que podrán vivir en el país sin tener que demostrar conocimientos de idiomas. “Se trata de un cambio de perspectiva, queremos que las personas bien integradas en Alemania tengan verdaderas oportunidades”, expresó la ministra del Interior, Nancy Faeser, socialdemócrata, en una comparecencia en Berlín.
El Consejo de Ministros también aprobó la facilitación de la reunificación familiar para los trabajadores elegibles y los procedimientos simplificados para que los solicitantes de asilo accedan a cursos de integración e idiomas.
El proyecto de ley, que permitiría a los extranjeros indocumentados legalizar su estatus, fue propuesto en un momento en que las principales economías europeas están experimentando una escasez de mano de obra sin precedentes. “Queremos tener una ley de inmigración moderna”, fueron las palabras de Faeser. Por otro lado, la ley permitirá que la detención de extranjeros delincuentes se extienda de un máximo de tres meses para dar más tiempo a las autoridades para organizar las expulsiones, que a menudo son complicadas desde el punto de vista administrativo.
A finales del año pasado, la economía alemana estimó una escasez de mano de obra de 400.000 trabajadores, y el cuello de botella no ha hecho más que crecer desde entonces. El fabricante de autopartes Continental, por ejemplo, le pidió al Gobierno que proporcione un proceso de inmigración “administrado” para trabajadores calificados para abordar la escasez de mano de obra. Argumenta que necesita 2.500 nuevas contrataciones al año, especialmente en software y logística.
El proyecto, aún pendiente de aprobación parlamentaria, abrirá la puerta a la regulación de personas que hayan vivido cinco años en el país a partir del 1.° de enero de 2022 y no hayan delinquido u ocultado su identidad para evitar la deportación.
Así, se les otorgará un permiso temporal de estancia con plazo de un año, en el que se deben cumplir otros requisitos, como ser capaz de mantenerse económicamente y hablar alemán, para poder lograr uno de residencia con una larga duración más adelante.