La informalidad laboral en Colombia ha sido durante mucho tiempo un desafío importante para el país. Aunque las cifras han bajado en los últimos meses, estos trabajadores siguen siendo mucho más que los empleados que hacen su aporte a la seguridad social.

Según los datos más recientes presentados por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), entre marzo y mayo de 2023, se observa una disminución en la proporción de empleo informal a nivel nacional. Estas cifras reflejan los esfuerzos realizados para abordar la problemática y brindar oportunidades de trabajo digno, además que cada vez más personas tienen acceso a la seguridad social.

Empleo informal sigue siendo más alto que el formal.

A nivel nacional, el informe revela que el 56,7 % de la población ocupada se encuentra en la informalidad, lo cual representa una disminución de 1,4 puntos porcentuales en comparación con el mismo periodo del año anterior. Si a esto se le suman las últimas cifras de mercado laboral, también presentadas por la misma entidad, se calcula que hay 15.578.000 personas en estas condiciones.

Al desglosar los datos por ciudades y áreas metropolitanas, se observa un panorama alentador. En las 13 ciudades y áreas metropolitanas analizadas, la proporción de empleo informal fue del 41,9 %, lo que representa una disminución de 2,3 puntos porcentuales en comparación con el año anterior.

Además, al considerar el total de las 23 ciudades y áreas metropolitanas, se encontró que la proporción de informalidad se ubicó en el 43,3 %, disminuyendo 2,2 puntos porcentuales en comparación con el mismo periodo del año anterior.

Otro aspecto interesante es la diferencia de género en cuanto a la informalidad laboral. A nivel nacional, el informe revela que el 59 % de los hombres ocupados se encontraban en empleo informal, mientras que para las mujeres esta cifra fue del 53,3 %.

Ambos grupos experimentaron una disminución en la proporción de empleo informal en comparación con el año anterior: 1,3 puntos porcentuales para los hombres y 1,4 puntos porcentuales para las mujeres. Estos datos muestran que las mujeres siguen enfrentando mayores desafíos en términos de acceso a empleos formales, pero también indican un progreso significativo en la reducción de la brecha de género en el sector informal.

Aunque sigue bajando la informalidad, las cifras siguen siendo muy altas. | Foto: Guillermo Torres Reina / Semana

Al analizar la informalidad laboral por ciudades, se encontraron resultados interesantes. Las ciudades que presentaron las mayores proporciones de empleo informal fueron Sincelejo, Riohacha y Valledupar, con cifras alarmantes del 69,1, 64,9 y 64,2 %, respectivamente.

Estas ciudades enfrentan desafíos significativos en términos de formalización laboral y requieren una atención especial para mejorar las condiciones de trabajo de sus habitantes.

Por otro lado, es alentador observar que algunas ciudades están logrando avances significativos en la reducción de la informalidad laboral. Bogotá D. C., la capital de Colombia, ha logrado disminuir su proporción de empleo informal al 32,8 %. Manizales y Tunja también destacan con bajas tasas de informalidad del 33,8 y 37,6 %, respectivamente.

En términos del tamaño de la empresa, los datos revelan que las microempresas aún enfrentan el mayor desafío en términos de formalización laboral. En el total nacional, el 84,9 % de las personas ocupadas en microempresas se encontraban en empleo informal.

Bogotá es la ciudad con la menor informalidad de Colombia. | Foto: Daniel Reina Semana

Sin embargo, es importante destacar que las empresas pequeñas, medianas y grandes están logrando avances significativos en la formalización laboral, con proporciones de empleo informal del 20,9, 6,8 y 3,6 %, respectivamente.

Si bien los datos presentados son alentadores, todavía queda mucho por hacer para abordar la informalidad laboral en Colombia. Es fundamental continuar implementando políticas y programas que fomenten la formalización laboral, promoviendo la creación de empleos dignos y brindando oportunidades de capacitación y desarrollo profesional para los trabajadores.

No se puede dejar de lado que Colombia sigue siendo el país Ocde con mayor informalidad, lo que demuestra la necesidad de atender estas condiciones.