Colombia necesita un instituto nacional independiente que cumpla las funciones constitucionales en materia de propiedad industrial para afrontar los retos del libre comercio y para cerrar las brechas en innovación que tiene el país frente a la región. Es una de las conclusiones del foro “Visión de la Propiedad Industrial en Colombia”, organizado por SEMANA y la Superintendencia de Industria y Comercio.En el evento, los conferencistas indagaron sobre las razones que obstaculizan el flujo de conocimiento y su aplicación industrial en pro de la generación de riqueza, en particular, por entender que hay detrás del bajo uso del Sistema de Propiedad Industrial (SPI) en comparación con otros países de América Latina. La Directora de Connect Bogotá Región, Diana Gaviria aseguró que una explicación a esta situación es que ni las universidades ni las empresas encuentran incentivos para patentar ni para trabajar de manera conjunta. Para la experta los incentivos están en las publicaciones y no en las patentes en el caso de la academia, mientras sólo el 0,9% de las empresas de la capital han sacado una patente de uso nacional evidenciando el desconocimiento de los beneficios del sistema desde el mundo empresarial.Este problema parece obligar a replantear la función de las universidades en el SPI, o al menos así lo cree Ernesto Rengifo de la Universidad Externado de Colombia para quien el gran reto es poner el acento de la universidad en la innovación, teniendo en cuenta que ya transmite conocimiento y tiene vocación investigadora. Luis Ángel Madrid de la Universidad Sergio Arboleda, sin embargo, plantea que es necesario ver el fenómeno de la propiedad industrial desde una perspectiva interdisciplinaria que no se reduzca a los contenidos jurídicos y se amplíe a la gestión empresarial. No vale sólo tener el conocimiento para innovar, hay que llevar la innovación del campo de las ideas a la práctica y al mercado. Carlos Mazal, Director de la OMPI, señaló el país invierte menos del 0,4% de su PIB en ciencia, tecnología e innovación cifra para nada reconfortante si se compara con países como Japón o Israel que invierten el 3% y el 4% del PIB respectivamente. A pesar de que en Colombia se invierte poco en investigación y desarrollo en comparación a otros países de la región y de que se esté desaprovechando el sistema de Propiedad Industrial se han presentado avances interesantes en la materia. Llevar la innovación a las regiones mediante oficinas descentralizadas, fortalecer el banco de patentes, emular los buenos ejemplos de países como Chile, México y Brasil, consolidar las actividades de divulgación a nivel nacional y proteger adecuadamente las denominaciones de origen son algunas de las conclusiones de un evento que buscó caminos para abrir la puerta de la competitividad y la innovación al país.