Durante el foro ‘Colombia Rural 2023′, expertos analizaron el panorama del sector agrícola, profundizaron en los avances de la Reforma Agraria y en los desafíos más urgentes que atender, entre ellos, la tecnificación.
María Fernanda Nossa, head of global customer insights agricultural solutions de Basf, explicó que la tecnología es importante porque mejora la productividad, vuelve más eficiente la forma en que se manejan los cultivos e incluso incide en la calidad de las cosechas.
Una premisa con la que coincidió Niky Alexánder Murcia, rector de la Universidad de La Salle, quien además explicó que la tecnología está ayudando a entender las nuevas dinámicas del medio ambiente.
“Con el cambio climático y su influencia en todas las producciones agropecuarias, la tecnología nos permite hacer un seguimiento a esos cambios, además de hacernos más amigables en cada una de las producciones, por ejemplo, reduciendo las extensiones y evitando la deforestación en los lugares donde tenemos actividad ganadera”, sostuvo.
Por su parte, Freddy Garcés, director general del Centro de Investigación de la Caña de Azúcar de Colombia (Cenicaña), afirmó que durante 46 años esta ha sido su apuesta a través de la inversión en ciencia, investigación y desarrollo. “Esto nos ha permitido llevar bienestar a la región donde está la industria de la caña”.
Para Garcés todos tenemos un reto muy grande de mitigación y adaptación al cambio climático. “A través de la descarbonización podemos apostarle desde la agricultura no solo al desarrollo tecnológico, también al bienestar de las comunidades y a que los cultivadores puedan aportar a esa reducción de emisiones”.
Cenicaña, por ejemplo, tiene alrededor de 95 proyectos asociados a nuevas tecnologías. “En ciencia, investigación y desarrollo le hemos apostado a la agroindustria 4.0 y a la biotecnología”, precisó.
Desde Basf están convencidos de la importancia de integrar varias empresas del sector público y privado para trabajar por un mismo fin. Por ello lideran distintos proyectos que tienen como pilar el desarrollo de aplicaciones que permitan masificar conocimientos asociados, por ejemplo, al adecuado manejo de plagas y enfermedades.
“En esa línea de las aplicaciones tenemos desarrollos de marketplace que buscan volver más eficiente la forma en que nuestros productos están disponibles para los agricultores, pero también permitir que ellos puedan poner sus cosechas al servicio de un intercambio”, señaló Nossa.
En términos de digitalización, la compañía está haciendo una fuerte apuesta por liderar la reconversión de aplicaciones con mochila en los cultivos de arroz. Por medio de drones, explicó Nossa, hay una eficiencia en la aplicación, los tiempos y el cuidado de los recursos. “El uso de un dron tiene un 90 por ciento de reducción de agua, en comparación con aplicaciones convencionales”, sostuvo.
Por último, desde la academia también dieron a conocer las contribuciones que hacen a toda esta transformación. La Universidad de la Salle, por ejemplo, lidera el proyecto Utopía, que durante 13 años ha logrado formar a más de 400 jóvenes rurales de la Colombia profunda para convertirlos en ingenieros agrónomos.
“Este ejercicio educativo tiene que ver con implementar tecnologías. En los últimos años hemos generado una dimensión para que nuestros jóvenes tengan la capacidad de manejar estas herramientas tecnológicas y las puedan llevar a sus territorios”, concluyó.