Según el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, en 2022 la pérdida de bosque en el país fue de 123.517 hectáreas, una reducción del 29,1 por ciento frente a 2021, año en que se registraron 174.103 hectáreas deforestadas. Aunque los datos muestran una mejoría, Colombia tiene el gran desafío de seguir bajando este indicador.
En este contexto, Lulo bank trabaja por ser un actor comprometido en la protección del medioambiente, mediante estrategias de conservación y reforestación del bosque andino colombiano. Como primer banco digital carbononeutral del país, busca no solo compensar su huella de carbono, sino tener un impacto positivo en la sociedad. “Nuestro enfoque en la recuperación de ecosistemas para especies amenazadas muestra nuestro compromiso genuino en la protección del medioambiente y en el camino hacia una banca sostenible y responsable”, explica Natalia Jiménez, directora del programa Lulo Impact.
Jiménez agrega que el banco está creando conciencia entre sus colaboradores y usuarios sobre el impacto medioambiental de cada transacción financiera. Destaca que sus acciones de reforestación se concentran en la recuperación del bosque andino, específicamente en la región del Triángulo del Café, compuesto por los departamentos de Caldas, Risaralda y Quindío.
“Nuestro objetivo es devolver plata, tiempo y vida mediante la siembra de diversas especies de árboles autóctonos, que ayuden a recuperar los hábitats de especies amenazadas, como el loro orejiamarillo y el oso de anteojos, así como las palmas de cera”, precisa.
La funcionaria resalta que estas acciones se llevan a cabo gracias a alianzas estratégicas con empresas como Amazon Web Services (AWS), Mastercard y Treeoma Community, y con el asesoramiento del Ministerio de Ambiente, en el marco del programa Estrategia Colombia Carbono Neutral. “Juntos estamos removiendo más de 200 toneladas de carbono al año, por medio de la siembra de un bosque, al que hemos llamado Bosque de Lulo, que cuenta con unos 17.000 metros cuadrados y 7000 árboles nativos”, señala.
Gracias a su operación ciento por ciento digital, Lulo bank ha evitado la emisión de más de 64 toneladas métricas de carbono. Además, implementa estrategias adicionales para acercarse aún más a la carbononegatividad, como el diseño de tarjetas débito fabricadas con PVC reciclado y la reducción de residuos y desperdicios en su operatividad.
“Lo crucial es unir esfuerzos y tomar decisiones que se alineen con las necesidades del planeta”, concluye Jiménez, refiriéndose a la importancia de tener un sector financiero que se comprometa con la sostenibilidad y fortalezca sus carteras de servicios para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
Este contenido fue elaborado con el apoyo de Lulo bank*