Aumentar la producción de alimentos es uno de los retos del campo colombiano y la biotecnología moderna es una de las herrmientas para garantizar la seguridad alimentaria y nutricional de la población. Esta fue una de las conclusiones del foro ‘Cultivos más productivos: innovación, desarrollo y paz’, organizado por Foros Semana y Agro-Bio el 10 de agosto en Bogotá. En el encuentro, María Andrea Uscátegui, directora de Agro-Bio, indicó que el crecimiento de la población colombiana representa una mayor demanda de alimentos de mejor calidad, lo que hace inminente la inversión en ciencia y tecnología para el desarrollo del agro. También se expusieron resultados del uso de cultivos genéticamente modificados (GM). Entre 2003 y 2015, Colombia ahorró 212,4 millones de litros de agua con cultivos de maíz y algodón transgénicos, redujo 8.300 toneladas de CO2, y 3,1 millones de litros de diésel en tractores y pulverizadores.El uso de los cultivos GM se presenta como una oportunidad, no solo para impulsar el desarrollo económico, sino también el desarrollo sostenible que será fundamental en la generación de oportunidades en un país eventualmente en posconflicto. Para Anderson Galvao, CEO de Céleres y consultor brasileño, Colombia tienen un gran potencial agrícola, lo que permitirá un mejor futuro para el agro colombiano. Gracias a la innovación tecnológica, el país puede convertirse en una potencia agrícola en menos de tres décadas.El futuroEn los últimos 30 años, los estudios realizados por agencias de Estados Unidos no han encontrado implicaciones de los transgénicos para la salud humana. Para el médico Carlos Francisco Fernández, en un futuro “las plantas transgénicas pueden tener soluciones a nivel tanto agrario como nutricional”.En ese sentido, el conocimiento científico está asociado a una ventaja productiva. Las instituciones colombianas deben estar a la vanguardia de la innovación tecnológica, y así coordinar proyectos del gobierno, como el Plan Semilla, para permitir que la tecnología llegue a los productores más pequeños.Para el codirector del Banco de la República Carlos Gustavo Cano, Colombia tiene que avanzar en la implementación de esta biotecnología. “Sin cambio técnico no podremos combatir la carestía de los alimentos, ya la discusión sobre el tema de competencia y posición dominante del mercado es otra, pero creería que uno no puede oponerse a la ciencia”, dijo el economista.Aunque la biotecnología amplía el campo de acción de los transgénicos, estos se convierten en una opción para impulsar el agro con miras a un campo sostenible que cumpla con los estándares de nutrición que necesita la población colombiana, así como una ventana para los desafíos que trae un campo en paz y un país en posconflicto.Beneficios para el agroEl primer cultivo genéticamente modificado (GM) aprobado para comercialización fue hace 20 años y en Colombia hace 13 años.En Colombia, en 2015 se sembraron: 355.376 hectáreas de maíz, el 24 por ciento (85.250 hectáreas) fueron semillas transgénicas. 20.700 hectáreas de algodón, el 77 por ciento (15.868 hectáreas) fue algodón transgénico.Los cultivos GM son más rentables que los tradicionales: en maíz es 33 por ciento superior. En algodón es 55 por ciento superior. Por 1 dólar invertido en semillas transgénicas el retorno es: 1,90 dólares en algodón. 3,90 dólares en maíz.La opinión de los expertos"Universidades como la Javeriana, Nacional, Eafit e institutos como el Ciat, entre otros, se encuentran trabajando en cultivos sostenibles gracias a la biotecnología moderna" María Andrea Uscátegui, directora de Agro-Bio."La regulación internacional y nacional ha contribuido para garantizar la seguridad de los cultivos transgénicos a sus consumidores" Moisés Wasserman, ex rector de la Universidad Nacional."Brasil adoptó rápidamente los transgénicos. Fue una decisión de la sociedad brasileña convertirse en potencia en materia alimentaria. ¿Por qué Colombia está tan rezagada en la adopción de las nuevas tecnologías?" Carlos Gustavo Cano, codirector del Banco de la República."La agencia tiene componentes para garantizar el desarrollo rural como: asociatividad para el financiamiento de proyectos, asistencia técnica, adecuación de tierras y comercialización" Carlos Eduardo Géchem, presidente de la Agencia de Desarrollo Rural."Los transgénicos han permitido que el campo colombiano sea más competitivo, por lo cual el Estado debe valorar el trabajo del campesino mediante un mayor apoyo para la tecnificación" Arnulfo Cupitra, agricultor líder de minifundistas."Las semillas GM han permitido que los cultivos de maíz sean mucho más eficientes, ya que el control de plagas restaba muchos recursos en tiempo y dinero para los agricultores" Sergio Valencia, agricultor del Meta.