“El país tiene una deuda con la niñez”. Con esta frase, la coordinadora Nacional de Niñez Ya, Ángela Jerez, dio inicio al foro ‘Un SOS por la infancia y la adolescencia’, un evento que resaltó el valor de las nuevas generaciones para el desarrollo de Colombia. No obstante, los panelistas del encuentro señalaron que son muchos los retos a trabajar para potencializar a la niñez colombiana.
En medio de su intervención, Jerez señaló que el informe La niñez no da espera - situación y propuestas para superarla –realizado con las 200 organizaciones que representa– reveló que, entre 2019 y 2020, la violencia contra la niñez aumentó en un 47 por ciento y que solo el 33 por ciento de niñas y niños en primera infancia de contextos rurales y de conflicto tienen registro civil, están afiliados al servicio de salud, cuentan con el esquema de vacunación completo y tienen educación inicial y complementación nutricional.
Para la directora ejecutiva de Aldeas Infantiles SOS, Ángela Rosales, del ciento por ciento de casos de violencia contra la niñez en Colombia, tan solo el 30 por ciento es denunciado y conocido por las autoridades. Agregó que a diario se registran 150 casos de maltratos y ocurren con mayor frecuencia dentro del núcleo familiar. Ante este panorama, la oficial de Protección de Unicef, Rocío Mojica, resaltó que “una crianza sin violencia es un factor protector para niños, niñas y adolescentes frente a diferentes situaciones de riesgo a lo largo de la vida”.
Con respecto a la seguridad alimentaria, los panelistas mostraron su preocupación por la desnutrición y malnutrición de la infancia colombiana. Antes de la pandemia se tenía el registro de 560.000 niños menores de 5 años que padecían desnutrición crónica en Colombia. La encuesta del Dane realizada en 2021 arrojó que el 30 por ciento de los hogares colombianos no consume tres comidas diarias; una cifra que, según la entidad, puede llegar al 70 por ciento en ciudades como Cartagena.
Para acabar con esta situación, Marcela Forero, directora ejecutiva de la Fundación Operación Sonrisa, dio a conocer que a través del programa Nutriendo Sonrisas buscan mejorar el estado nutricional de niños con labio y/o paladar hendido, por ejemplo, en lugares como La Guajira. Resaltó que, en esta zona del país, “en los últimos dos años han muerto 72 niños por desnutrición, de los cuales dos presentaban esta condición”.
Michela Espinosa, representante de la FAO en este encuentro, aseguró que desde la organización han advertido sobre el aumento de insumos para alimentos que afectan a la niñez. “Se presentan cifras alarmantes en sobrepeso y malnutrición en todo el mundo, en especial en Latinoamérica”, dijo. Una premisa con la que coincidió la directora ejecutiva de Red PaPaz, Carolina Piñeros, quien hizo una fuerte crítica al sistema: “La niñez se convirtió en el blanco de ataques publicitarios de alimentos ultraprocesados y Colombia no ha hecho nada al respecto”.
Generaciones comprometidas con el medioambiente
El derecho a un ambiente sano está consagrado en la Constitución colombiana. En este sentido, la directora Técnica de Fondo Acción, Elizabeth Valenzuela, afirmó que es inimaginable construir territorios posibles si no se piensa en cómo fortalecer los vínculos entre las comunidades y sus ecosistemas con el fin de garantizar un futuro a las nuevas generaciones. “Se deben poner los ojos en una población, que es vulnerable al cambio climático“.
Sarah Petrie Abella, estudiante de séptimo grado, reflexionó sobre el consumismo que se vive a diario en la sociedad. Invitó a la audiencia a que antes de comprar algún producto, se pregunte si es una necesidad o un capricho: “Solo así tendremos conciencia de cómo estamos afectando al medioambiente”. Además, precisó que “no podemos dejar que se roben nuestros recursos frente a nuestros ojos y no hacer nada”, concluyó.
Este evento, organizado por Foros Semana, Fondo Acción y Fundación Operación Sonrisa, finalizó con un llamado a que la atención a la niñez sea prioritaria y que convoque a todos los sectores.