En un contexto laboral que se transforma constantemente, donde el trabajo remoto y los esquemas híbridos han difuminado las fronteras tradicionales, las organizaciones enfrentan un desafío crucial: cómo garantizar que sus colaboradores alcancen su máximo rendimiento de manera sostenida. El avance tecnológico y la flexibilidad en el trabajo han abierto un sinfín de oportunidades, pero también han creado retos importantes para gestionar y motivar a los empleados de forma efectiva.

Y es que, a pesar de los avances en el ámbito laboral, menos del 50 % de los empleados logra rendir al máximo, según recientes estudios internacionales. De hecho, según el informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en el 2023 Colombia se posicionó como el país menos productivo a nivel internacional. Y aunque es la nación que más madruga (6:31 a.m. en promedio, según World of Statistics), también presenta una productividad de 17.7, la cuál es muy baja para la cantidad de horas laboradas. Esto se traduce en que el país solo aporta US$19,50 a la economía local por cada hora laborada.

Este fenómeno no solo afecta la capacidad de las organizaciones para innovar y crecer, sino que también influye en su habilidad para atraer y retener talento. Si bien la autonomía y la flexibilidad laboral son aspectos altamente valorados por los trabajadores, no siempre son suficientes para garantizar un rendimiento óptimo. Los empleados necesitan más que libertad, requieren orientación clara y objetivos definidos para saber si están en el camino correcto y si su desempeño es el adecuado.

Implementar un plan de acción sólido entre equipos de trabajo es clave para optimizar el desempeño de los colaboradores. | Foto: Getty

Sin una guía efectiva, las organizaciones corren el riesgo de que solo una fracción de su equipo ofrezca su mejor trabajo. Este es un reto cada vez más evidente en un mundo donde las expectativas sobre productividad son elevadas, pero los entornos de trabajo pueden carecer de la estructura necesaria para alcanzarlas.

En este contexto, HR Solutions, una empresa colombiana con presencia en Latinoamérica, que desde hace más de 20 años, estandariza y optimiza procesos de talento humano a través de la tecnología, destaca dos consejos claves para las empresas que deseen optimizar el rendimiento de sus empleados: el uso de indicadores de desempeño claros y un plan de acción bien estructurado.

1. Indicadores de rendimiento como guía

Los indicadores de rendimiento son esenciales para orientar a los empleados en su labor diaria. Estos indicadores actúan como una brújula, permitiendo que los colaboradores midan su progreso y ajusten su comportamiento en función de metas concretas. Sin estos “faros”, los empleados pueden sentirse desorientados, sin saber si su trabajo está alineado con los objetivos de la organización.

“Imagina una señal que indique si estás en el camino correcto, si estás manteniendo un ritmo sostenible y si estás progresando hacia tu máximo potencial”, señaló Carlos Ríos, CEO de HR Solutions.

Algunos estudios muestran que cuando las empresas permiten la autonomía sin ofrecer directrices claras, solo el 25 % de sus empleados alcanza un nivel óptimo de desempeño. En cambio, proporcionar señales claras sobre el rendimiento puede duplicar o incluso triplicar ese porcentaje. La importancia de estos indicadores radica en que no solo permiten mejorar la productividad, sino que también tienen un impacto positivo en otros aspectos clave, como la atracción y retención de talento.

Además, los indicadores de rendimiento no solo ayudan a los empleados a realizar su trabajo de manera más eficiente, sino que también fomentan una cultura organizacional de mejora continua. A través de un seguimiento regular, las empresas pueden identificar áreas de mejora y ofrecer retroalimentación constructiva, lo que refuerza el compromiso y la satisfacción laboral.

Las empresas que implementan indicadores claros sobre el rendimiento pueden duplicar o triplicar la productividad y la retención de talento. | Foto: Getty Images / Khanchit Khirisutchalual

2. Un plan de acción claro para el rendimiento óptimo

La otra clave para optimizar el desempeño de los empleados es implementar un plan de acción sólido que permita a la organización traducir esos indicadores en mejoras concretas. Este plan debe comenzar con una evaluación del diseño del trabajo y la identificación de los principales desafíos que enfrentan los empleados.

HR Solutions señala que fomentar la participación de equipos en todos los niveles para analizar los retos y desarrollar soluciones colaborativas es fundamental. Este enfoque no solo mejora el rendimiento, sino que también aumenta la satisfacción laboral y refuerza el sentido de pertenencia dentro de la organización.

Según Ríos, es clave que las empresas adopten un enfoque que considere tanto la productividad como el bienestar de los empleados. “Los estudios demuestran que los colaboradores que se sienten valorados no solo son más productivos, sino que tienen más probabilidades de permanecer en la organización”, apuntó

En resumen, para desbloquear el rendimiento óptimo en un entorno laboral en constante evolución, las empresas deben equilibrar la autonomía con la orientación mediante indicadores claros y planes de acción efectivos. Las organizaciones que adopten estas estrategias verán mejoras en el rendimiento y en su capacidad para retener talento, creando una cultura organizacional más saludable y productiva.

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