Colombia tiene muchas posibilidades en las energías renovables limpias, no solo en el caso de las fuentes solar, eólica e hídrica, sino también en hidrógeno y la fabricación de combustibles sintéticos.
Así quedó claro en el segundo panel de la segunda jornada del Gran Foro Colombia 2021 que se desarrolla este miércoles y que es organizado por Publicaciones Semana.
En este panel participaron el ministro de Minas y Energía, Diego Mesa Puyo; el presidente de Naturgas, Orlando Cabrales; el managing director de Siemens Energy de Colombia, Guilherme de Mendoca, y la rectora de la EAN, Brigitte Baptiste.
Durante su presentación, el ministro Diego Mesa destacó que el país ha venido haciendo la tarea para generar los incentivos necesarios con el fin de fortalecer su oferta de generación limpia. Prueba de ello fue la subasta de energías renovables que se desarrolló en 2019.
“Colombia va muy bien en la transición energética. Esta ha sido una de las estrategias bandera del gobierno del presidente Duque. En 2019 hicimos la primera subasta exitosa de energías no convencionales renovables donde se adjudicaron cerca de nueve proyectos eólicos en La Guajira y cinco proyectos solares. Hoy vemos cómo Colombia está liderando a nivel regional la transición energética. Cuando llegamos en agosto de 2018, a pesar de tener ese gran potencial, solo había dos proyectos en todo el país: un parque eólico en La Guajira, llamado Jepirachi, y una granja solar en Yumbo que sumaban menos de 30 megavatios de capacidad instalada. Al corte de 31 de diciembre de 2020, multiplicamos esa capacidad por siete”, dijo el funcionario.
Hoy el país cuenta con ocho granjas solares en diferentes departamentos del país y hay una expansión significativa de proyectos de autogeneración en casi todas las ciudades de Colombia.
El gobierno está viendo igualmente otras opciones. El hidrógeno y los combustibles sintéticos son dos de ellas.
Justamente, el managing director de Siemens Energy, Guilherme de Mendoca, explicó que su compañía viene desarrollando una estrategia importante en este frente y destacó que Colombia tiene mucho futuro en esta industria.
“Nosotros vemos que Colombia tiene un gran potencial para ser parte de esta nueva cadena de valor sostenible, porque el país tiene todos los elementos necesarios: un viento que sopla el doble del promedio mundial, tiene radiaciones solares excelentes, tiene agua abundante y esta combinación de elementos le permiten ponerse en el radar mundial como un jugador que va a producir mucho hidrógeno para exportación y para poder producir en las refinerías del futuro combustibles sintéticos para la exportación”, comentó el empresario.
Recordó que Siemens está comprometida con la causa del hidrógeno verde en Colombia donde se espera replicar proyectos que ya están desarrollando en Chile y Alemania.
La transición
Orlando Cabrales, presidente de Naturgas, explicó que el gas tiene un rol clave en el proceso de transición energética, pues está en la base para sustituir tecnologías de termogeneración a base de combustibles fósiles. Además, tiene un alto impacto social en más de 10 millones de hogares en Colombia.
En la actual coyuntura la industria tiene destinados unos 2.900 millones de dólares en nuevos proyectos tanto de exploración, producción y transporte.
“La Unión Internacional del Gas, que reúne toda la cadena de gas a nivel mundial, hizo un análisis el año pasado y llegó a esta conclusión: que la industria del gas puede comprometerse con una reducción del 30 % de las emisiones de gases efecto invernadero para 2040, integrando gas natural con gases verdes”.
De esta manera, destacó el papel de la industria de gas en el proceso de transición que actualmente avanza en Colombia.
La rectora de EAN, Brigitte Baptiste, se mostró optimista sobre el papel de Colombia en la transición.
“Tengo una versión optimista sobre como se ha venido dando la transición en Colombia porque tenemos oportunidades para escoger el mejor camino en relación con las presiones de disminución de la huella de carbono y de transformación de los ecosistemas colombianos. En particular la de Colombia no es una huella intensa de carbono y cada vez lo es menos. Nos tienen que preocupar más la deforestación y otros espacios de la gestión ambiental que no han tenido la misma regulación incluso que el sector minero energético”, dijo durante su intervención.
Enfatizó en que el país puede “darse el lujo” de ir más despacio en el proceso de transición y utilizar los recursos financieros que generan las distintas opciones energéticas que se están implementando, para invertir en objetivos de mejora en la calidad de la matriz energética.
“Yo creo que es posible conciliar la transición energética con la restauración y recuperación de los bosques colombianos y es muy importante. Yo no creo que sin los recursos del petróleo podamos restaurar los bosques colombianos. Es una balanza compleja que yo sé que ambientalmente pareciera ilógica y que representa una paradoja. Pero en Colombia lo podemos hacer: podemos usar los recursos del petróleo para restituir los bosques y para restituir capacidades y eso nos da un compás de espera que no tienen los países europeos”, señaló.