SEMANA: ¿Cómo ven desde la academia los avances que ha tenido Colombia en materia de transformación digital?
Margarita María Rueda: El Índice de Gobierno Digital de la OCDE reveló que en el 2020 el país fue reconocido como el tercer mejor ecosistema para ser un país digital. La digitalización dinamizó de manera positiva el crecimiento económico y social del país. En particular, durante la pandemia, se aceleró el proceso de apropiación de la transformación digital. Esto permitió un cambio de paradigma en algunos sectores como la educación y la salud porque de una u otra forma dentro de los modelos de negocio tuvimos que hacer una apropiación del tema digital. Aquí también es importante decir que se han abierto nuevos ecosistemas en el sector empresarial, hoy ya estamos hablando de las fintech, por ejemplo, lo que demuestra que todo está muy asociado a los temas de tecnología y producto que también se han dado por los estímulos positivos alrededor de la tecnología.
SEMANA: ¿Qué cifras nos pueden ilustrar estos avances?
M.M.R: En el 2021 lo que ocurrió en los sectores público y privado respecto a la transformación digital y en la inteligencia artificial, según el Dane, fue un incremento del 25.8 por ciento en comparación con el año 2019 en todo el procesamiento de datos y desarrollo sistemas informáticos. Asimismo, se aceleró el crecimiento en algunos sectores de la economía. Según la vicepresidencia de Transformación Digital de la Andi, seis de cada 10 empresas, o sea el 60 por ciento, tienen una estrategia de transformación digital. Lo anterior evidencia que hemos tenido un importante avance en el sector empresarial, puesto que hace cuatro años el porcentaje estaba un 25 por ciento.
SEMANA: ¿Podemos decir que se tiene un balance positivo?
M.M.R: Se han dado pasos importantes en el proceso de transformación digital. Pero nos queda un ejercicio importante y es lograr que estos avances no sean una moda y que efectivamente generemos la conciencia entre las organizaciones para que haya esa apropiación de la tecnología y que esta efectivamente soporte los procesos organizacionales. Tenemos que garantizar que estos pasos importantes que vivimos en este proceso producto de la aceleración dada por la covid-19, los podamos sostener y mantener en el tiempo.
SEMANA: Cerrar la brecha digital es uno de los grandes retos que tiene el país. ¿Qué hace falta para que Colombia alcance ese objetivo?
M.M.R: Por un lado, tenemos que seguir trabajando fuertemente en temas de educación en tecnologías de información. Si educamos podemos disminuir efectivamente los indicadores de brecha digital. Tenemos un déficit de 200.000 profesionales en el campo de las tecnologías de información y aquí requerimos seguir desarrollando oferta formal y no formal que nos permita desarrollar habilidades y competencias en el campo de digital y las tecnologías para que alcancemos la meta de la transformación que necesita el país. Hay que seguir alfabetizando a la población en habilidades y competencias digitales y de programación para poder enfrentar retos como la integración de las redes 5G y la ciberseguridad.
SEMANA: ¿Y en infraestructura?
M.M.R: Es importante mencionar que la transformación digital no solamente tiene que ver con infraestructura y conectividad. No obstante, este es el primer eslabón y la primera etapa en la que se debe tener efectividad para avanzar en esa transformación. En este sentido, la encuesta más reciente que tenemos de hogares que hace el Dane resalta que durante el 2020 un 69.8 por ciento de las personas usaron Internet en cualquier lugar y desde cualquier dispositivo en el territorio nacional, con una mayor proporción en cabeceras municipales. Mientras que en los centros poblados y rurales dispersos el uso era del 43.1 por ciento. Para lograr cerrar esa brecha se debe resolver el costo del espectro, analizar los modelos que permitirán llegar a las zonas más apartadas del país, y por supuesto todo lo que tiene que ver con la promoción de redes de última tecnología.
SEMANA: ¿Cómo avanza el cierre de la brecha de género en el sector?
M.M.R: La participación de la mujer se está transformando en la era digital y hoy por hoy abanderamos un mayor protagonismo. Cada vez es mayor el porcentaje de mujeres que en el país ejercen roles de liderazgo en proyectos de tecnología, en laboratorios de innovación, el sector público, el sector privado. Asimismo, encontramos que las carreras profesionales se están transversalizando con contenidos acordes a la Revolución 4.0 fortaleciendo así el mundo digital.
Sin embargo, la brecha de género en el sector es grande. El BID habla que en Argentina, Paraguay, Colombia Perú, Ecuador y Guatemala sólo el 30 por ciento de los graduados en carreras STEM (Ciencia, tecnología, matemática e ingeniería) son mujeres en la región. En carreras TIC, las mujeres solo representan el 28 por ciento de los graduados; y solo tres de cada 10 trabajadores en el área de matemáticas y ciencias de la computación son mujeres que, además, reciben un salario 40 por ciento inferior al de los hombres.
SEMANA: ¿Cuáles considera son las razones de este fenómeno?
M.M.R: Una de las hipótesis que tenemos es que hay estereotipos de género. En los procesos de formación, las niñas entran a educación básica y educación media y no se les incentiva a desarrollar competencias propias de las carreras STEM. En segundo lugar, tenemos un elemento cultural. A partir de los siete u ocho años las niñas empiezan a perder el interés en estas áreas y crecen con inseguridades de capacidades producto de la influencia de la educación y ciertos paradigmas que tienen sus padres o su núcleo familiar. La tercera razón es que tenemos escasez de modelos a seguir. Falta visibilizar a las mujeres que están en estas áreas del conocimiento. Necesitamos más mujeres que enamoren a nuestras niñas en la parte de educación básica y educación media, para que se atrevan a ser parte de este mundo de las tecnologías.
SEMANA: La Universidad puso en marcha hace unos años la iniciativa Sergio 4.0. ¿En qué consiste?
M.M.R: Este proyecto, que se puso en marcha en 2018, es transversal a toda la Universidad. Busca formar a profesionales idóneos para los retos que nos está proponiendo la industria 4.0. Con esta iniciativa queremos desarrollar competencias para hacer frente a los desafíos del mundo digital a través del desarrollo de programas que son académicos, innovadores y flexibles, y que responden a las necesidades que el sector empresarial tiene. Desde la Escuela de Ciencias Exactas e Ingeniería le apostamos a la modificación de los programas curriculares de toda la escuela, los dejamos más cortos, es decir, en cuatro años. Además de ser programas implementados por el modelo de aprendizaje por competencias.
SEMANA: ¿Cuáles serían algunos de esos ejemplos?
M.M.R: Transformamos Ingeniería de Sistemas y Telecomunicaciones a Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial, Dimos apertura la nueva Maestría en Inteligencia Artificial, renovamos el programa de Ingeniería Ambiental, renovamos el programa de Ingeniería Electrónica que ahora es un programa de ocho semestres y estamos haciendo un énfasis importante en emprendimiento y desarrollo producto electrónico.
SEMANA: ¿Cuál es el valor agregado de esta oferta respecto a otros programas en el mercado?
M.M.R: Por ejemplo, desde el programa de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial, se le da un especial énfasis en el proceso de formación y desarrollo de tecnologías inteligentes fundamentadas en herramientas físicas y lógicas, además de ser el primer programa académico de esta naturaleza en Colombia y en América Latina. Además de contar con la acreditación de calidad -el máximo reconocimiento otorgado por el Ministerio de Educación- las líneas curriculares que desarrollamos dentro del programa y una de las verticales académicas es la inteligencia artificial, ya que no existen otros programas que desarrollen habilidades y competencias alrededor de estos temas.
SEMANA: La Universidad viene trabajando de manera conjunta con el Ministerio Tic. ¿De qué manera lo están haciendo?
M.M.R: La Universidad participa activamente de las iniciativas que el Gobierno nacional ha desarrollado. Nosotros fuimos uno de los cinco operadores de las universidades privadas en la implementación del programa Misión TIC. Ahí graduamos a más de 1300 colombianos de diferentes edades en habilidades y competencias en programación. Me enorgullece decir que la mejor estudiante que tuvimos en formación del programa fue una mujer. Por lo cual, quiero resaltar que estas iniciativas contribuyen a disminuir esa brecha de género que tenemos en el sector.