La protección y conservación de los ecosistemas se han convertido en una prioridad para las regiones del centro de Colombia. Estas iniciativas buscan preservar la biodiversidad y garantizar un equilibrio ambiental, potenciar el turismo sostenible y dinamizar la economía de esta región estratégica del país.
La región no solo destaca por su riqueza natural, con paisajes que van desde selvas tropicales hasta páramos y zonas costeras, sino por ser una fuente invaluable de recursos que sostiene a miles de familias.
En el conversatorio ‘Comprometidos con el futuro y la sostenibilidad’, del evento Semana por Colombia: el corazón del país, empresarios de diferentes sectores del centro del país debatieron sobre los esfuerzos actuales de protección y conservación de los ecosistemas en la región, a la vez que destacaron su relevancia para el turismo sostenible y el desarrollo económico local, así como el compromiso con un futuro ambientalmente responsable.
Carlos Campo, director de alianzas estratégicas de Panaca, dijo que Colombia tiene un potencial inmenso en turismo, aunque reconoce que se tiene mucho por desarrollar. “El potencial turístico de Colombia está en el mundo de la biodiversidad. El turismo aporta el 2,1 % al Producto Interno Bruto, tenemos que trabajar más para hacer el tránsito e incrementarlo a 10 % y eso es a lo que tenemos que apuntar”, destaca Campo.
Por su parte, Juan Pablo Villota, fundador de Café San Alberto, contó que su empresa inició como un esfuerzo familiar en el año 1972, con la compra que hizo su abuelo de una finca en Buena Vista, un pedacito de cielo con aroma cafetero. Desmitificó la frase de que ser cafetero no vale la pena y así sacó algo de lo cotidiano y lo volvió superespecial.
“Hagamos nuestro propio camino, darle valor agregado y comenzaron a tener un producto reconocido con certificaciones de calidad y premios internacionales. Llamamos la atención a las aerolíneas. Cambiamos el estatus del cultivador, hemos aportado un granito de café a la economía de Colombia”, expuso.
Mónica Londoño, gerente de Promotora de Eventos y Turismo de Manizales, resaltó que la capital de Caldas es una ciudad muy turística, ya que tiene cerca de 12 años posicionándose en el sector aviturismo para generar la conservación de los ecosistemas: “Somos un referente por tener un turismo cafetero reconocido como patrimonio cultural por la Unesco. Hemos tenido ocupación hotelera de 50 % anual, turismo gastronómico, eventos culturales y espectáculos públicos”, dijo.
De acuerdo con el índice departamental de competitividad 2023, Quindío y Caldas se han posicionado como líderes en capital humano y sostenibilidad, especialmente en el sector del turismo. Alineadas con objetivos de crecimiento sostenible, se han desarrollado estrategias para proteger el entorno natural mientras se promueve el ecoturismo. Estas políticas han fomentado el empleo local y captado el interés de inversionistas internacionales, haciendo del turismo responsable una de sus principales fortalezas económicas.
Un ejemplo notable es la integración del turismo sostenible en las estrategias de conservación. Proyectos como el ecoturismo y el avistamiento de aves han generado ingresos importantes para las comunidades locales, mientras promueven prácticas responsables entre los visitantes. La educación ambiental y la sensibilización de los turistas son aspectos clave de este enfoque, fomentando una relación armónica entre las actividades humanas y la naturaleza.
El desarrollo económico local se ve igualmente beneficiado por estas acciones. La inversión en infraestructura sostenible, la capacitación de guías locales y la promoción de productos autóctonos son algunas de las estrategias que han mejorado la calidad de vida de las comunidades. Estas acciones no solo generan empleo, sino que refuerzan el sentido de pertenencia y el compromiso de las comunidades con la conservación.
Londoño recalcó que Manizales es una ciudad hermosa, que todos los colombianos deberían conocer. Está rodeada por el Volcán Nevado del Ruiz y tiene el privilegio de cambio de pisos térmicos. Además, posee una cultura cafetera propia, con grandes capacidades y proyectos alrededor del tema de la conservación.
Precisó que albergan trece mil hectáreas de estructura ecológica en trece parques, un verdadero pulmón verde ideal para diferentes especies de aves y animales biodiversos. Cuentan con la Reserva Río Blanco, la mayor fuente de conservación de especies.
Para finalizar, Juan Pablo Villota, fundador de Café San Alberto, apuntó que la sostenibilidad no es negociable y debería estar en el ADN de las personas. Recordó que para incentivar el turismo caficultor han abierto las puertas de las plantaciones de café y, a través de líderes experienciales, les cuentan a los visitantes cómo es el proceso de los cultivos y procesamiento del grano. Muchos turistas se interesan en convivir unos días con los caficultores, y esta iniciativa ha dejado una huella positiva del eje cafetero.