El foro ‘Hablemos de derechos y salud menstrual’ reunió a expertos, empresarios y activistas quienes profundizaron en los avances de la salud menstrual en Colombia, así como en los compromisos pendientes en torno a la pobreza, higiene y dignidad menstrual de las poblaciones más vulnerables.
Para el congresista del Pacto Histórico y autor del proyecto de Ley ‘Licencia Menstrual Ya’, Pedro José Suárez Vacca, “es hora de que en Colombia se preste atención seria y sensata para recuperar las condiciones de dignidad de las personas menstruantes”, en especial en el entorno laboral. Suárez Vacca resaltó que iniciativas como la licencia menstrual marcan un precedente importante, pues reconocen la “menstruación como un proceso fisiológico natural que puede llegar a ser incapacitante”.
A pesar de que se trata de un proceso natural, las mujeres no están exentas de sufrir síntomas de enfermedades como endometriosis, que según Luz Marina Araque, directora Asociación Colombiana de Endometriosis e Infertilidad, causa problemas de infertilidad en el 50 por ciento de quienes la padecen.
Por su parte, Andrea Tague, oficial de género en Unicef Colombia, enfatizó en los retos que supone la pobreza menstrual, la cual no solo se refiere a la capacidad económica, sino a los elementos que hacen falta para garantizar “un entorno propicio para que las personas menstruantes puedan vivir de una manera digna”. En el caso de las poblaciones afrocolombianas, el 50 por ciento de las niñas no sabe de dónde proviene el sangrado menstrual y el 60 por ciento prefiere no asistir al colegio por no sentirse cómoda con su periodo.
Al respecto, Diana Patricia Pinilla, trabajadora social y analista pedagógica de Profamilia, afirmó que es vital el desarrollo de estrategias basadas en una “educación integral con un enfoque de género, de diversidad e interseccionalidad”. Desde el sector privado también se destacó el papel de la educación como vehículo de garantías para la salud menstrual. En Comfama, por ejemplo, cuentan con el Subsidio Menstrual, un programa de justicia de género a través del cual, de acuerdo con su responsable de Género y Juventud, Luisa Gonzáles, se han entregado durante tres años 21.950 subsidios en productos para la gestión menstrual. “Se trata de un programa de menstruación integral que la entiende como un asunto social, político y cultural”, puntualizó.
En el mismo sentido, Julián Mora, director de mercadeo de Nosotras, Grupo Familia una compañía Essity, compartió que por medio de la iniciativa “Una visita que nunca se olvida”, la marca ha llegado a diferentes instituciones educativas del país con el objetivo de “generar seguridad y confianza en las niñas con un componente educativo y emocional”. Kotex es otra de las marcas que se suma para combatir las barreras en torno a la menstruación. Catalina Ariza, AFC Brand Activator CEC de Kimberly Clark, aseguró que la compañía ha buscado “educar a través de la historia y empoderar a las niñas y personas que menstrúan en aras de que no sufran estigmatización”.
La psicóloga y sexóloga, Flavia Dos Santos, concluyó afirmando que el compromiso del país frente a la salud menstrual es educar y normalizar el discurso derribando los estereotipos sobre los efectos del periodo menstrual.
Este evento fue organizado por Foros Semana, con la invitación de Comfama y Grupo Familia, una compañía Essity; y el apoyo de Profamilia y Kimberly Clark.