¿De qué manera ha contribuido Mastercard a fortalecer la inclusión financiera en el país?
FEDERICO MARTÍNEZ: Al traer productos innovadores, a unos costos más asequibles y con tecnología de por medio, llegamos a muchas más personas. Además, desde hace un par de años tenemos una visión más amplia que no solo abarca la inclusión financiera, sino la inclusión social. Se trata de que con nuevos servicios financieros las personas puedan tener acceso a productos que antes, tecnológicamente, no eran asequibles. Hoy en día seguimos trabajando de la mano con nuestros socios del ecosistema tradicional en crear más capacidades tecnológicas y de producto para que el consumidor colombiano tenga acceso a mejores tarifas y posibilidades de uso a nivel nacional.
¿Qué oportunidades ofrece el Decreto 1297 del Ministerio de Hacienda en lo referente al open banking?
F.M.: Este decreto lo que busca es promover la competencia y la inclusión. La consultora Allied Market Research dice que para el 2026 el tamaño del open banking será de 43 billones de dólares, y por eso es una oportunidad inmensa. En Colombia, el open banking va a crear un modelo diferente de inclusión social porque traerá nuevos jugadores para que complementen el portafolio de servicios del sector financiero actual, pero también empoderará al consumidor respecto a quién maneja su información. Nuestra propuesta es crear un ecosistema responsable con reglas y una estructura que les permita a todos tener acceso al sistema financiero, garantizando que no haya riesgos sistémicos.
¿Cuántas personas nuevas se han sumado a estos servicios financieros?
F.M.: Lo que hemos visto con algunos terceros como la Banca de Oportunidades, es que la cantidad de gente con acceso al menos a un producto financiero aumentó alrededor del 1 por ciento durante el primer trimestre de este año frente al trimestre anterior, llegando a un 91,2 por ciento de alcance en adultos colombianos. Y cuando uno mira el tipo de productos más usados, se encuentra con que la tarjeta de crédito fue la más utilizada por las personas, más que los créditos de consumo o microcréditos. Asimismo, el producto de cuentas de ahorro es de los que más siguen creciendo, llegando a cerca de 29.3 millones de adultos.
¿También consideran importante hacer esfuerzos en educación financiera?
F.M.: A través de nuestros asociados nos acercamos para crear campañas de información, así como de capacitación sobre los medios de pago a las personas. En paralelo tenemos algo que quizás no es muy conocido: los voluntariados. Por medio de fundaciones hacemos capacitaciones financieras para no financieros, que son formas de enseñar qué son las finanzas personales y el ahorro. A su vez, siempre estamos trayendo tecnologías al margen de las nuevas tendencias a nuestros asociados y jugadores del ecosistema.
Muchas personas siguen recurriendo al “gota a gota”, ¿cómo avanzar en la democratización de los créditos?
F.M.: La clave es la información. Por ejemplo, al usar un método de pago digital, las personas comienzan a crear una huella digital que nos permite conocerlas. Esto hace que las entidades de crédito tengan un prospecto cada vez más detallado para brindar créditos personalizados. Al conocer las formas de consumo y de pago de una persona, es más ágil para un banco o una entidad crediticia verificar si es sujeto de crédito. Gracias a esta huella podemos darle más información a las entidades para que tomen mejores decisiones y ofrezcan productos idóneos para cada segmento de la población.
¿Qué tanto se ha avanzado en el cierre de brechas de los servicios digitales del sistema financiero?
F.M.: Las brechas se cierran desde la aceptación de pagos digitales. Desde hace un tiempo venimos trabajando en aumentar esta aceptación con productos innovadores en todo el país. Hace poco, junto a uno de nuestros aliados, se lanzó la tecnología Tap on Phone, para recibir pagos digitales a través de dispositivos móviles. Este tipo de servicios nos permiten abaratar costos y fortalecer el acceso, pues la penetración del celular en Colombia es alta y muchas de las áreas rurales ya cuentan con datos para esas transacciones. Entonces, a través de nuevas tecnologías y bajos costos se puede acortar esa brecha y que más personas puedan acceder a nuevas formas de pagar. Esto tiene que ir de la mano con políticas de gobierno y de desarrollo para garantizar el acceso a Internet en estas zonas.
¿Cuáles son las proyecciones de Mastercard en materia de inclusión financiera para el siguiente año?
F.M.: Vamos a continuar con un incremento en la inclusión. Queremos llegar a más personas y segmentos desatendidos por medio de nuevos productos, tecnologías, eficiencia en los modelos y participando con nuevos jugadores para impulsar la inclusión social. Es una unión de varias cosas: mejores productos, fintechs aliadas y jugadores locales para llegar a sitios no tan tradicionales de la inclusión. Creemos que vamos a mantener una racha de crecimiento similar a la de los últimos años y la meta siempre va a ser traer las mejores tecnologías y experiencias al país.
*Contenido elaborado con apoyo de Mastercard