María Eugenia Rinaudo, directora de Sostenibilidad de la EAN, destacó la importancia de abordar este desafío desde una perspectiva innovadora. “Uno de los principales retos actuales es cómo potenciar esta transición energética de manera efectiva, considerando aspectos como quiénes están involucrados y cómo se lleva a cabo”, dijo la experta.

También afirmó que los modelos de gobernanza y las alianzas públicas y privadas juegan un papel crucial en la definición de una hoja de ruta tanto a nivel nacional como local. En este sentido, destacó la necesidad de articular a los diferentes actores que trabajan en el ámbito energético para promover una visión integral y sostenible.

Para la directora es importante la innovación, tanto social como tecnológica y la destacó como una herramienta clave para generar oportunidades en el sector energético. “Es fundamental promover mecanismos más eficientes que permitan una integración holística de la energía en diversos aspectos, como la movilidad, la construcción y la biodiversidad”, expresó la directora de Sostenibilidad de la EAN.

Además, destacó el papel inspirador que pueden desempeñar las instituciones educativas, como la Universidad EAN, en la promoción de la sostenibilidad. Ejemplo de ello es el edificio Legacy, un icono de construcción sostenible que sirve como modelo para otras instituciones y actores interesados en iniciar su propio camino hacia la sostenibilidad.

Se espera que se destraben los procesos de licenciamiento ambiental en los proyectos de energías renovables no convencionales, en especial en La Guajira.

La directora señaló la importancia de aprovechar las herramientas tecnológicas disponibles, como la inteligencia artificial y el Big Data, para impulsar la transición energética de manera inclusiva y equitativa. “La tecnología no solo debe utilizarse para mejorar la eficiencia energética, sino también para promover un desarrollo territorial que garantice el bienestar general de las comunidades locales”, concluyó.

Por su parte Carlos Manuel Herrera, vicepresidente de Desarrollo Sostenible de la Andi, ofreció una visión panorámica sobre el actual proceso de transición energética en Colombia, destacando tanto los desafíos como las oportunidades que este conlleva.

“Estamos inmersos en un proceso de transformación que abarca tanto la diversificación de las fuentes de energía como la mejora de las tecnologías existentes”, señaló Herrera señaló y destacó el papel crucial de la nueva generación de combustibles, como el hidrógeno, que promete abrir grandes oportunidades de negocio y contribuir a la descarbonización del país. Para el experto de la Andi, energías renovables como la solar, la eólica y la hidroeléctrica, serán fundamentales en este panorama de transición.

Inversión en transición energética del fondo de Inversión noruego en Colombia. | Foto: Norfund.

“La innovación tecnológica es fundamental para aprovechar todo el potencial de estas nuevas fuentes de energía”, dijo y señaló que existen investigaciones prometedoras en áreas como la biomasa, las mareas y la geotermia, que podrían convertirse en importantes fuentes de energía en el futuro, pero que requerirán el desarrollo de tecnologías específicas para su implementación eficiente.

Un aspecto clave que Herrera destacó es la necesidad de hacer un uso más sostenible de los combustibles tradicionales. En este sentido, mencionó el tema de la captura de carbono como una oportunidad para utilizar de manera más responsable los recursos disponibles, sin descartar por completo las fuentes de energía convencionales.

Los proyectos de energías renovables no convencionales están retrasados. Mientras tanto, para los petroleros y mineros la mayor preocupación es la seguridad.

Herrera también abordó el desafío de la descarbonización en el contexto urbano, en el que se destaca la importancia de repensar la movilidad y la forma en que se construyen las ciudades para reducir huella de carbono generada por la actividad humana.

En cuanto a las oportunidades que ofrece esta transición energética, Herrera subrayó los beneficios económicos a corto plazo, como la creación de empleo y el impulso a nuevas industrias tecnológicas. Además, destacó el papel clave de la innovación en este proceso, tanto para resolver problemas actuales como para hacer que las empresas colombianas sean más competitivas a nivel global.

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