Son jóvenes, emprendedores, profesionales todoterreno y cazadores de atardeceres. María del Mar Sánchez de 26 años, y Andrés Felipe Rahn de 33, se lanzaron hace 18 meses a la aventura de trabajar mientras viajan en una van por varias regiones de Colombia sin descuidar sus metas laborales.
Un día amanecen frente al mágico escenario del Lago Calima, en el Valle del Cauca y ocho días después pueden abrir su portátil frente a una playa en Cartagena de Indias. Así es ser un nómada digital, es tener un estilo de vida retador que implica, además de un movimiento constante, buena conexión a internet, no fallar en las tareas asignadas y tener la mejor disposición para asistir a reuniones virtuales, pero con la tranquilidad de poder hacerlo desde cualquier rincón del planeta.
“Nuestro hogar es el mundo. El cuarto de creatividad puede ser una playa o una montaña. Una de las virtudes de un nómada digital es que hay que convertirse en un profesional más orientado al resultado y no tanto a calentar la silla. No se trata de cumplir horarios y marcar tarjeta”, describe Rahn desde su oficina itinerante que mide unos cuatro metros de largo por dos de ancho, un espacio en el que además cuentan con una cama, una nevera ejecutiva, estufa a gas, lavaplatos, unas gavetas para guardar poca ropa y los utensilios más indispensables de una casa.
“A mayor libertad, mayor responsabilidad porque uno tiene que encontrar esa fórmula secreta para no olvidarse del trabajo cuando se ve una cascada súper chévere. No, primero tengo que trabajar y luego disfrutar de ese lugar maravilloso que tengo cerca”, afirma María del Mar, quien es diseñadora y creadora de la línea de vestidos de baño Monademente y además trabaja de forma remota en marketing digital para la empresa estadounidense de tecnología 3lox.
El inicio de esta historia
La joven relata que a través del Sena se ganó un premio de 80 millones de pesos para su marca y la condición era que tenía que montar su negocio en Cali. Le dio mucha ansiedad la idea de radicarse en un solo lugar y su novio, Andrés Felipe, la apoyó y animó a dejar pasar esa oportunidad para caminar sobre nuevos destinos. “Lo dejamos todo y nos fuimos a recorrer Suramérica”, recuerdan.
Fue así como María del Mar renunció al premio y se fue a viajar con su pareja, con 50 vestidos de baño en una maleta y con las ganas de emprender en los negocios desde la virtualidad.
Entre Chile y Argentina los dos conectaron con la idea de aprovechar que ambos hablan inglés y que son profesionales. Ella es psicóloga, experta en la conducta de los consumidores, área que es conocida como neuromarketing. Él es abogado, especialista en derecho intelectual y en compañía del famoso compositor y productor discográfico Kike Santander, fundó una startup de tecnología en la que crearon la app Aloharmony, que por medio de música terapéutica permite a los amantes de la meditación, la relajación y las actividades deportivas conectarse con el sueño.
Mientras hablan de los destinos que han conocido, también detallan que cuando regresaron a Colombia (en el 2023), les rondaba una idea a la cual le dieron vida: adquirieron una van que hoy es no solo un vehículo, sino también es su hogar y oficina. Con ella han recorrido todo el Eje Cafetero y gran parte de Antioquia como nómadas digitales. La llamaron ‘Canelita’. Le instalaron una ducha portátil que alberga 175 litros de agua, paneles solares para contar con electricidad, un sistema de internet satelital para poder teletrabajar y la adecuaron para suplir sus necesidades básicas: tener agua y gas para cocinar.
¿Qué es ser nómadas digitales y por qué es tan atractivo?
Los nómadas digitales son profesionales que rompen las barreras de la presencialidad en sectores como la tecnología, programación, marketing digital, diseño o consultorías. Se han convertido en fichas emblemáticas de la era moderna, en las organizaciones que buscan innovar y que se preocupan por tener visiones distintas, pero, ¿qué se necesita para ser uno de ellos?
Los caleños María del Mar y Andrés Felipe explican que una condición indispensable para laborar desde cualquier parte del mundo es dominar el inglés y especializarse en los ecosistemas digitales para así encontrar oportunidades que les permitan manejar su tiempo, conocer el mundo y ganar dinero, todo mientras viajan.
“Ambos trabajamos remoto y nos gusta mucho la libertad, pero también somos personas que tienen sueños, grandes ambiciones, estamos constantemente trabajando en nuestros propios negocios y trabajamos para otras empresas. Seguimos construyendo nuestro patrimonio, pero disfrutando del día a día, teniendo el balance entre trabajar, construir y disfrutar de paisajes maravillosos”, añade María del Mar.
En relación con las precauciones de seguridad, precisan que parquean a ‘Canelita’ en sitios que normalmente están destinados para ubicar carpas o en centros comerciales que cuenten con esquemas robustos para cuidar su hogar. Sin embargo, cuando inevitablemente tienen que estacionar en la calle, lo hacen cerca de estaciones de policía, para resguardar sus equipos tecnológicos, porque son sus herramientas de trabajo.
Según un estudio que hizo Visa Guide en 2024, Colombia es considerado como uno de los mejores destinos para el trabajo remoto. En este ranking, España, Argentina y Rumania figuran entre los tres países con mejores condiciones de conectividad, velocidad de internet, costo de vida, popularidad turística y beneficios en el pago de impuestos para los nómadas digitales.
Con la misma idea de atraer a estos profesionales itinerantes, en el año 2022, la Cancillería de Colombia creó la visa de visitante ‘nómadas digitales o trabajadores remotos’, la cual se otorga hasta por dos años con un mínimo de requisitos a los extranjeros que deseen permanecer y trabajar en Colombia.
Desde octubre de 2022 hasta abril de 2023 se expidieron 376 visas de Visitante nómada digital en el país y el mayor número de viajeros proviene desde Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y Alemania.
La rutina que ha creado esta pareja de caleños los motiva cada día. Entre semana tratan de tener un día equilibrado, en el cual se levantan, hacen ejercicio, tienen contacto con la naturaleza, arreglan todo dentro de la van y se sientan a trabajar frente al computador, en promedio unas ocho o diez horas. Hay días que se los toman más relajados porque solo tienen que cumplir con tareas específicas de los trabajos.
María del Mar Sánchez y Andrés Felipe Rahn saben que tienen mucho camino por recorrer en Colombia. Siguen trabajando de forma remota por sus sueños y en búsqueda del mejor atardecer en Suramérica; entendieron que la vida hay que disfrutarla hoy y no dejarla para mañana.
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