Este 27 de noviembre se llevó a cabo el ‘Foro Colombia Rural 2024′, un espacio organizado por Foros Semana y Semana Rural con el apoyo del Banco de CAF (banco de desarrollo de América Latina y el Caribe), la Agencia Nacional de Tierras y Davivienda, con el fin de analizar el panorama actual del desarrollo rural y cómo será el futuro del campo colombiano.
A primera hora, Rodrigo Peñailillo representante de CAF, expresó que la Colombia rural se enfrenta a un presente retador, destacando la falta de inversión histórica que ha tenido el sector rural y las múltiples necesidades de la población campesina en el país en cuanto a conectividad, infraestructura vial y servicios públicos.
No obstante, para entender cómo la nación está trabajando en estos aspectos, durante el panel ‘El rol del Estado en la transformación del campo’, se revisaron las políticas públicas, inversiones y programas que impulsan el desarrollo rural. Asimismo, se evaluaron las acciones gubernamentales frente a la modernización agrícola, la seguridad alimentaria, el acceso a la tierra y la promoción de prácticas sostenibles, así como su impacto en la competitividad del sector agropecuario.
“Yo creo que la agricultura tiene una enorme oportunidad: estamos hablando de nueve billones de pesos que tiene el sector y ha habido un esfuerzo muy grande por parte de los empresarios; hoy hay un clima internacional para la sustitución de exportaciones en Colombia. También existen las condiciones para que el país siembre maíz y soya, y así, pensar este sector en grande. Considero que el apalancamiento de la política agraria es una gran oportunidad del país para mejorar los circuitos agroindustriales y para que haya una buena bonanza del campo colombiano”, señaló el director de la Agencia Nacional de Tierras (ANT), Juan Felipe Harman.
Por su parte, Marcos Barreto, secretario de Agricultura de Cundinamarca, destacó que en el departamento “ha habido unas políticas estratégicas de financiamiento que les han permitido a los productores acceder a recursos importantes para poder producir mejor. Una de ellas es la financiación y apoyo a la tasa subsidiada de interés en los créditos ha ayudado muchísimo. Allí la gobernación ha invertido 10.500 millones de pesos de su presupuesto y eso se complementa con el incentivo de capitalización rural a algunos cultivos”.
De igual manera, agregó que en lo últimos años el departamento se ha destacado por su alta producción agrícola en varios productos de consumo nacional. “Somos los primeros productores de papa en el país, los segundos en producción de leche y tenemos una gran área sembrada de caña y estamos ubicados geoestratégicamente muy cerca a Bogotá y con capacidad de llegar a muchos otros territorios”, afirmó Barreto.
En cuanto al tema del proceso de entrega de tierras, el director de la ANT, aseguró que ha sido un gran acierto de este gobierno avanzar en la desconcentración y formalización de la propiedad rural, lo que a su vez ayuda a que la titularidad del bien tenga seguridad jurídica y así el propietario pueda ser sujeto de crédito para invertir en su tierra.
“Nos ha ido muy bien en ese esquema, que si bien es un reto enorme porque debemos resolver un problema de hace 50 años; hemos avanzado en 1.2 millones de hectáreas formalizadas y en alrededor de 300 mil hectáreas entregadas”, indicó.
No obstante, ambos funcionarios reconocieron que aún hay varios grandes desafíos que enfrentar para un mejor progreso del sector rural en Colombia.
“Cundinamarca no está pasando por el mejor momento, tenemos unos recursos propios que van ligados al trabajo del campo. Pero muchas veces, los recursos de regalías se nos han limitado un poco, y una gran parte del presupuesto del que podíamos disponer se han destinado para el PAE”, manifestó Barreto.
Entre tanto, Harman apuntó: “Debemos reconocer que hay un recorte sustancial en el alcance del presupuesto de la nación para el sector en el 2025, pero hay que avanzar en una conversación sobre las finanzas públicas y entre varios sectores debemos apuntar a aumentar ese presupuesto y necesitamos dignificar nuevamente al campesinado colombiano”, concluyó Harman.