Un millón y medio de casos nuevos de cáncer cada año se registran en América Latina según la Organización Mundial de la Salud (OMS), y son cerca de 700 mil las muertes asociadas a esta enfermedad en la región. Para Henry Gallardo, director general de la Fundación Santa Fe de Bogotá, estas cifras tienen que ver con la evolución demográfica epidemiológica. “En la medida que los países van evolucionando logran controlar mejor las enfermedades infecciosas y progresivamente las enfermedades crónicas y degenerativas van creciendo”.
En Colombia, anualmente son diagnosticados con cáncer alrededor de 90.000 pacientes. El cáncer de mama, próstata, estómago y pulmón siguen siendo los que tienen mayor prevalencia. Para Gallardo, si bien el sistema de salud colombiano ha tenido una capacidad de respuesta alta, todavía son muchos los aspectos por fortalecer. Por ejemplo, “hay que trabajar en la prevención y en el diagnóstico oportuno”, precisó.
Para hacerle frente a este desafío, el director general de la Fundación Santa Fe explicó que la clave del tratamiento en Colombia y en el mundo tiene que ver con la capacidad de atender a los pacientes de forma integral y no fragmentada. Actualmente, las entidades de salud se han organizado por especialidades, subespecialidades y servicios. Esto, según Gallardo, es algo que hay que cambiar de forma radical.
“Hoy en día el paciente tiene que hacer un ejercicio permanente de ir moviéndose en cada uno de estos sitios y autogestionando su proceso de atención. Pero esto debe cambiar. Hay que enfocarse en la condición clínica del paciente para que todos los servicios apoyen, acompañen y circulen a su alrededor y así se le puedan suplir todas sus necesidades”, precisó.
Así mismo, reflexionó sobre el papel que cumple la familia en medio de los tratamientos de cáncer. Aseguró que al igual que al paciente lo que le interesa es un desenlace clínico óptimo. Esto tiene que ver con una mayor sobrevida, tratamiento con las menores complicaciones posibles, manejo del dolor y un cuidado integral por parte del equipo de profesionales médicos.
“El paciente espera un proceso profundamente humano, que cumpla sus expectativas, esperan que entendamos su vulnerabilidad y que lo acompañemos en el proceso. Es decir, la humanización del servicio tiene que ser con la familia, con la mascota, con lo que quiera el paciente. Debe ser totalmente personalizado para garantizar que esa experiencia ayude a un desenlace clínico positivo”.
Los retos del sistema
En este punto de la conversación resaltó la importancia de educar a la ciudadanía sobre la importancia de realizarse controles periódicos, al igual que exámenes de próstata, citologías y de seno. Así mismo, profundizó en la necesidad de brindar mejores oportunidades de acceso a servicios de salud de calidad. Sostuvo que el país debe encontrar la fórmula para lograr tener más sitios de excelencia certificados a nivel mundial en salud.
También resaltó la importancia que tiene el plan de beneficios para elevar la calidad del servicio de los sistemas de salud. “Este plan no se puede desaparecer porque la gente tiene que tener derecho a algo concreto. Si mi plan de beneficios dice que tengo quimioterapia, y las leyes en Colombia me dicen que tengo libertad de elegir en donde me tratan, esos dos elementos son fundamentales para que la calidad se eleve. Si la calidad de elección se limita, y si las personas no saben a qué tienen derecho, estamos en un problema serio y delicado”, recalcó.
A su vez, advirtió que Colombia ha logrado tener un plan de beneficios con una unidad de pago por capacitación y estos dos elementos son controlados por el Gobierno. Si esto no está bien balanceado, “no habrá recursos suficientes para atender el plan de beneficios, o el plan de beneficios no va a ser posible de ofertarse en todo el país, es decir, que se pueda entregar de una manera acertada”.
Por último, el director de la Fundación Santa Fe hizo un llamado a que las conversaciones para mejorar el sistema no arranquen por la plata, deben empezar por el desenlace clínico, la experiencia y la gente que sirve.
“Colombia tiene que pensar en la gente. Los modelos de atención tienen que estar pensados en las personas. Queremos acceso rápido, sin fricciones, simple y en clarito. Queremos servicios que sean avalados por su calidad. Queremos un sistema que sea equitativo”, concluyó.