El líder de la industria arrocera inició su intervención señalando que “la cosecha y las siembras del primer semestre fueron voluminosas”. Según Hernández la preocupación está en qué va a pasar el próximo año frente al desarrollo de este sector, puesto “que no vamos muy bien”.
Explicó que a pesar de que los costos de producción han disminuido, pueden aumentar de cara al futuro con “el incremento en peajes y combustible”, agregó Hernández, advirtiendo que tales factores pueden afectar la incursión de los productos nacionales en el mercado internacional.
Agregó que los precios internacionales han venido al alza. “La posibilidad de importar comida, como todo tipo de granos se va a dificultar cada día más. “Por ejemplo, India, primer exportador de arroz en el mundo, redujo sus exportaciones, le puso aranceles a las importaciones y en ese tema están muchos de los países productores que quieren guardar su comida. La guerra de Rusia y Ucrania y la Israel en Gaza pueden causar problemas de abastecimiento de comida en el mundo”.
Agregó que otro factor que complica el panorama es el fenómeno del niño, pues crece la preocupación sobre cómo será la oferta de alimentos. “No creo que el país esté en la capacidad de sembrar el área que necesita. Con una escasez de lluvia e incremento en las temperaturas, muchas personas temen y no quieren correr el riesgo de sembrar, lo que generaría una escasez de alimentos y si nos toca traerlos será a unos precios altos”.
Frente a las cosechas de arroz, sostuvo, que el fenómeno del niño lo afecta mucho porque “el 70 por ciento del área que se siembra en arroz se hace bajo el sistema secano (agua lluvia), porque no hay riego suficiente. Si lo hubiera las cosas serían a otro precio”.
Sobre la reforma agraria señaló que desde el punto de vista de fondos, el Gobierno no tendrá ningún problema en llevarla a cabo, sin embargo, “como vemos nosotros la ejecución será muy difícil que se cumplan los plazos que se han fijado. Es muy difícil pensar en que todo se va a solucionar repartiendo la tierra”.
Hernández puntualizó que si bien esta es una parte de la reforma, hay otros factores más importantes incluso que la tierra, por ejemplo, la tecnología, la infraestructura y la inversión pública en el campo. “Estos son otros puntos fundamentales en los que se debe concentrar el estado para que exista una reforma justa”, concluyó.