La economía colombiana nos dejó algunas sorpresas positivas en materia económica en los últimos meses de 2024. El Indicador de Seguimiento a la Economía (ISE), que elabora el Dane, reveló que en octubre la economía registró un crecimiento de 2.9 por ciento, lo que confirma que el proceso de recuperación se podría estar consolidando.

Dentro de los factores que van a mantenerse estables se encuentran la inflación y el desempleo, que se espera se mantengan dentro del cauce que vaticinan los expertos: el índice de precios en senda descendente hacia un nivel de 3.5 por ciento y la desocupación muy cerca del nueve por ciento, sostenida en niveles de un solo dígito.

Según Felipe Campos, gerente de Inversión y Estrategia en Alianza Valores y Alianza Fiduciaria, se espera que en el 2025 la economía alcance un crecimiento de 2.9 por ciento, que incluso va a ser uno de los más destacados de la región. “Hay unos sectores quedados que empezarán a girar, como la industria y el comercio al pormenor, lo cual indica que la desaceleración ya se está terminando”, comentó.

En la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF) pronostican un panorama similar. Según José Ignacio López, presidente de este centro de estudios y panelista del Gran Foro Colombia 2025, allí prevén un crecimiento de 2.6 por ciento para esta vigencia, “lo que permitiría un descenso de la tasa de desempleo promedio que pasaría a 9.7 por ciento, después del 10.3 de 2024″.

José Ignacio López, presidente de ANIF. | Foto: Guillermo Torres Reina

Riesgos emergentes

Tanto López como Campos coincidieron en que si bien los resultados del último año reflejan un mejor comportamiento económico frente a los años anteriores, sigue siendo insuficiente y aún lejos del crecimiento potencial de Colombia. “Este sigue siendo un crecimiento muy de corto plazo que depende del ánimo del consumidor”, explicó Campos.

Por eso, los riesgos siguen siendo evidentes, donde el más importante de ellos es el asunto fiscal. Para López, el estado de las finanzas públicas va a seguir generando preocupación.

“Es probable que el gobierno tenga que apretarse el cinturón y la pregunta es hasta dónde va a haber una priorización del gasto con criterio de crecimiento económico o con criterio de preservar programas sociales o si los recortes van a ser con criterios políticos”, explicó al señalar que ya en 2025 el país entra de lleno a la campaña electoral para la Presidencia.

Campos tiene el mismo análisis y advierte que lo peor que le podría ocurrir a Colombia es que el Gobierno abandone la disciplina fiscal, lo que obligaría al Banco de la República a apretar la política monetaria. Esto afectaría no tanto el crecimiento de 2025 sino el de 2026. Esa tensión entre política fiscal y monetaria es para Campos uno de los principales riesgos en los meses que vienen.

Felipe Campos, gerente de Inversión y Estrategia en Alianza Valores y Alianza Fiduciaria. | Foto: ESTEBAN VEGA LA-ROTTA REVISTA SEMANA / REVISTA DINERO

Justamente de aquí se desprende la situación particular que enfrentará la administración Petro el próximo año. Por un lado, está la exigencia de mantener la disciplina fiscal, lo que significa recortar el gasto público justo en medio del inicio de la campaña electoral. De otra parte, podría no atender las limitaciones del presupuesto, gastar para inflar la economía, pero con un alto riesgo de que el aparato productivo se desacelere para 2026, cuando los colombianos irán a las urnas.

En conclusión, la situación económica de Colombia viene mostrando mejoras, pero las tensiones fiscales pueden dar al traste con la tendencia y generar impactos que se verán probablemente a finales del 2025 y comienzos del 2026. El Gobierno Petro enfrenta una disyuntiva. ¿Qué camino tomará? Esa es la pregunta del millón para el nuevo año.

El análisis de este y otros temas de interés en la agenda nacional serán discutidos en el Gran Foro Colombia 2025, el próximo 29 de enero, donde se darán cita los más destacados líderes del país. Organiza Semana y Dinero con la alianza académica de la Universidad Militar Nueva Granada y el apoyo de Movistar, Fenalcarbón, SER Colombia, Servibanca, Camacol y el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe CAF.