De acuerdo con el Dane, entre marzo y mayo de 2023, la tasa de desempleo alcanzó el 10,4 por ciento, mientras que la tasa de desempleo juvenil llegó a 23, 8 por ciento. Frente a este panorama, generar más oportunidades de empleo para los jóvenes es uno de los retos que tanto Gobierno como sector empresarial han asumido en los últimos años.
En busca de que más jóvenes cuenten con oportunidades de empleo, Promigas, desde su Fundación desarrolló el programa Más Empleo Juvenil. La estrategia tiene como objetivo formar a la población joven de los diferentes territorios del país, respondiendo a las habilidades y competencias requeridas por los sectores con mayor potencial de crecimiento económico en los próximos años como administración y desarrollo, inglés para el BPO (subcontratación de procesos de negocios), TIC, gastronomía y energía.
Marcela Dávila, directora ejecutiva de la Fundación Promigas, explicó que con este programa pretenden llegar a los jóvenes “ninis” que ni estudian ni trabajan, buscando aprovechar su potencial para insertarlos al mercado laboral. La experta señaló que acompañarlos en su camino hacia el mundo laboral es fundamental, pues de no hacerlo, el principal riesgo es que “caigan en situaciones de deserción social, sin acceso a educación, o a formación laboral”.
Según la Fundación, algunos de los aspectos en los que los jóvenes tienen mayores dificultades son formación para el trabajo, adaptación al entorno laboral, carga de cuidado, acceso a la educación, movilidad, calidad de la educación, acceso a la información, remuneración salarial y falta de redes de apoyo.
Dávila señaló que, teniendo en cuenta estos criterios, el programa le apuntó “a acompañar a estos jóvenes por medio de una estrategia de formación enfocada en el reconocimiento tanto de sus necesidades como de la oferta y la demanda para mejorar los indicadores de empleo”.
Algunos de los frentes desde los que la fundación brinda apoyo a los jóvenes son el acompañamiento socioemocional y el relacionamiento con el ecosistema laboral. “Nuestra inversión actual es de 10.056 millones de pesos y nos encontramos en zonas como el Caribe colombiano, Santander, Norte de Santander, Valle del Cauca y Cauca”, resaltó Dávila.
De acuerdo con datos de la Fundación Promigas, 2.948 jóvenes han sido beneficiados y actualmente 762 se encuentran en proceso de formación en conexión directa con diferentes empresas en las que ya tienen asegurado su primer empleo.
Las alianzas han sido fundamentales para el desarrollo del programa. Dávila destacó que gracias a sus conexiones con el Gobierno Nacional y empresas de diferentes sectores productivos han logrado consolidar un ecosistema laboral descentralizado presente en la mayoría de los territorios del país.
En los municipios apartados con ayuda del Gobierno Nacional, por medio del acceso a Internet, han fortalecido el teletrabajo como la principal solución de empleabilidad para los jóvenes rurales.
La ejecutiva invitó a otras organizaciones a sumar esfuerzos pues “es una responsabilidad de todos nosotros como colombianos acompañar a los jóvenes en su proceso de formación, pensando en que son el futuro del país”. El llamado, dijo Dávila, es a que “todas las empresas nos preocupemos por su formación e inserción laboral”.