La seguridad es uno de los temas que más preocupación genera en los colombianos, sin importar si viven en zonas rurales o en ciudades, el temor es general. En las principales ciudades, los atracos, hurtos de celulares, de bicicletas, incluso en los sistemas de transporte son el pan de cada día.
Pero el asunto no es diferente en la zonas rurales, donde, luego de firmado el Acuerdo de Paz con las Farc, no fueron ocupados los lugares en los que operaba esta organización y fueron el ELN, las bandas criminales y los disidentes de esta guerrilla quienes se apropiaron de las rentas criminales, en especial, del negocio de tráfico de drogas.
El control de la producción, rutas y exportación de cocaína ha generado guerras sin cuartel en todo el país. Hoy regiones como Arauca, Nariño, Putumayo, Chocó y Norte de Santander, son un auténtico teatro de guerra, en el que estas organizaciones a sangre y fuego se pelean el control territorial y el manejo de las rentas criminales.
En el Gran Foro Colombia 2022, Diego Molano, ministro de Defensa; Francisco Barbosa, fiscal general, y María Victoria Llorente, directora de la Fundación Ideas para la Paz, dan luces sobre esta problemática.
Durante la conversación, el ministro de Defensa, Digo Molano, indicó sobre la situación en departamentos críticos como Arauca y Norte de Santander que “quiero referirme a tres aspectos fundamentales, cuáles son los objetivos de la política de seguridad del presidente Iván Duque y de nuestras Fuerzas Militares, primero la preservación de la vida, segundo, la lucha y desmantelamiento de organizaciones terroristas, narcotraficantes y criminales y tercero, el control territorial y protección del medio ambiente”.
Agregó que “en eso veníamos avanzando relativamente bien en el 2020, la tasa de homicidio más baja en 42 años, tasa secuestros de más baja, pero hay dos factores que cambiaron la dinámica y estamos reconfigurando acciones. El primer factor fue el Covid, se incrementó la pobreza, el desempleo, tuvimos un problema de salud mental después de 18 meses de encierro y después de los bloqueos y el vandalismo hubo una reconfiguración criminal, se incrementaron los índices de violencia y se disparó el homicidio el año pasado, eso le pasó a Colombia”.
El ministro Molano explicó que este fenómeno le ha pasado a varios países en América Latina y 22 ciudades en Estados Unidos. “Esos efectos post Covid son una reconfiguración criminal y eso se dio en los puntos de bloqueo, donde microtráfico y grupos criminales se aliaron y se dispararon las tasas de homicidio, Cali es responsable de 300 homicidios en los meses de abril, mayo y junio del año pasado”.
Así mismo indicó el ministro Molano que, “el segundo factor que alteró el proceso en el que veníamos es Venezuela y lo que sucede en los corredores de frontera con Venezuela, en dónde estas organizaciones como las disidencias de las FARC, el ELN y Segunda Marquetalia entraron en confrontación y sus cabecillas están allá y es desde allá con el patrocinio del régimen que se permiten acciones de violencia que impactan en Arauca y Catatumbo, son fenómenos nuevos que alteraron el buen camino en el que veníamos y los buenos resultados del 2020. Qué estamos haciendo desde el gobierno nacional, estamos buscando esa política que venía funcionando bien, reajustar para poder atender esas dos realidades que afectaron las dinámicas de homicidios y violencia en zonas de frontera.
Añadió Molano que “en, primer lugar desde el año pasado luego de controlar los paros y el vandalismo, se montó un programa especial con la Policía y con las 20 ciudades más afectadas en homicidios para hacer contención del homicidio, que comenzó a finales del año pasado en diciembre logrando una contención del homicidio o afectaciones graves”.