La región central de Colombia, integrada por Tolima, Risaralda, Quindío y Caldas, ha demostrado ser un pilar esencial para la reactivación económica del país durante este 2024. Sectores estratégicos como el café, el turismo, la ganadería y el comercio están impulsando un dinamismo económico que supera las expectativas en un contexto de recuperación. (Para conocer más sobre estos temas, regístrese aquí y asista a Semana por Colombia: el corazón del país).
Estos departamentos se han consolidado como referentes de la caficultura nacional. Según la Federación Nacional de Cafeteros, la producción nacional alcanzó en octubre los 1,34 millones de sacos, un aumento del 16 % frente al mismo mes de 2023. Además, el precio interno del saco de café de 125 kilogramos superó los 2,5 millones de pesos, mientras que el precio internacional se situó en 2,79 dólares por libra, beneficiando a más de 552.000 familias cafeteras.
Germán Bahamón, gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, destacó que la cosecha principal del año no solo garantiza un alto volumen de producción, sino que, gracias a precios favorables, está generando ingresos históricos para los caficultores de la región.
Esta coyuntura ha sido aprovechada por los empresarios. Por ejemplo, recientemente en el Quindío se organizó la primera Rueda de Negocios Internacionales, un espacio para que los cerca de 360 emprendedores de la región inscritos puedan conectarse con compradores de mercados como Estados Unidos y Europa. La meta de los organizadores es alcanzar negocios por más de 300.000 millones de pesos.
Tolima se destaca por su papel crucial en la caficultura nacional. Este departamento, tercero en producción de café en el país (seguido de Caldas, Cauca, Risaralda y Quindío), ha capitalizado su potencial en la categoría de cafés especiales. Cerca del 35 % de su producción corresponde a este tipo de café, reconocido por su alta calidad y perfiles únicos de sabor, lo que ha beneficiado a miles de familias cafeteras.
El impacto económico es evidente: las exportaciones de cafés especiales han generado ingresos históricos, mientras iniciativas locales, como la de la Cooperativa de Caficultores del Sur del Tolima, han incrementado los ingresos de los caficultores. Además, estas prácticas fomentan la sostenibilidad y posicionan al Tolima como un ejemplo de resiliencia y diversificación económica dentro de la caficultura colombiana.
Turismo en auge
El turismo también se consolida como un motor clave. Según el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, en el primer semestre de 2024 llegaron 3,11 millones de visitantes no residentes al país, un aumento del 8,5 % con respecto al mismo periodo del año anterior. De estos viajeros, una proporción significativa se dirigió al Eje Cafetero, aprovechando su reconocimiento como destino de interés cultural y natural.
Además de las temporadas vacacionales, la diversificación del turismo en la región está dando resultados destacados. Un ejemplo es Sabores de Caldas, el mayor evento gastronómico del Eje Cafetero, que atrajo recientemente 15.000 visitantes en tres días, con 190 stands de platos típicos y 26 shows en vivo que llevaron el sabor caldense a toda Colombia.
En esta región, las inversiones en infraestructura turística, como hoteles y rutas ecoturísticas, han dinamizado la economía local. Este crecimiento se refleja en la generación de empleo, con tasas de desempleo en capitales como Manizales (10,1 %) y Armenia (10,8 %), por debajo del promedio nacional.
Ganadería y comercio: sectores en expansión
El sector ganadero ha tenido un desempeño notable, con un crecimiento del 5,9 % en el tercer trimestre de 2024, según el DANE. Las exportaciones de carne también se han fortalecido, impulsadas por la estabilización de los precios internos y una mayor demanda externa.
Tolima se destaca como uno de los mayores productores ganaderos de la región, con un enfoque creciente en prácticas sostenibles como el silvopastoreo. Esto ha permitido a los productores de carne y leche no solo satisfacer la demanda local, sino también la internacional. El departamento se beneficia de una infraestructura en expansión y de mercados internos en constante crecimiento.
Quindío, aunque es el más pequeño de los departamentos, tiene un papel importante en la producción ganadera, destacándose por su especialización en razas premium como la Brahman y Holstein. Esta región también ha experimentado un auge en el agroturismo, con fincas ganaderas que se han transformado en destinos educativos y turísticos, lo que añade valor al sector agropecuario.
Risaralda ha mostrado un crecimiento notable en su producción ganadera, con un énfasis en el valor agregado a través de la producción de lácteos artesanales, como quesos y yogures. El departamento también se ha enfocado en la sostenibilidad, con una alta adopción de técnicas como la regeneración de suelos y otras prácticas respetuosas con el medio ambiente.
Caldas se mantiene como un líder regional, especialmente en la producción de leche, y ha adoptado tecnologías avanzadas para mejorar la eficiencia de la ganadería. Con un enfoque en la innovación, como el uso de sensores para monitorear el ganado, Caldas sigue siendo un referente en términos de calidad y competitividad en el mercado local y nacional.
En el comercio, las ventas minoristas en ciudades como Pereira y Armenia también han mostrado un crecimiento significativo. Según datos del Departamento Nacional de Planeación (DNP), este sector ha sido clave en la recuperación económica, apalancado por la mejora en el consumo de los hogares.
El dinamismo de la región centro refleja su capacidad de adaptarse a los retos económicos, posicionándose como un ejemplo de resiliencia y crecimiento sostenible. Los esfuerzos coordinados entre los sectores productivos y el fortalecimiento de su infraestructura económica la ubican como una de las zonas con mayor proyección. Algunos de los líderes responsables de este desarrollo se reunirán el próximo 26 de noviembre en el evento Semana por Colombia: el corazón del país.
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