Sandra Quitián, vicepresidenta de Valor Humano de WOM Colombia; Sonia Salazar, vicepresidenta de Recursos Humanos de Vanti; y María Juliana Pérez, vicepresidenta ejecutiva (e) del Banco Agrario, se han convertido en referentes del sector privado. Sus historias de vida hoy son fuente de inspiración para los sectores bancario, de telecomunicaciones y de servicios públicos.
Para llegar a estos cargos, las tres afirmaron haber tenido que romper una serie de barreras y paradigmas que se habían instaurado desde su niñez. “El reto ha sido replantearme las creencias con las que crecí para poder fijar las mías y atreverme. Debemos estar convencidos de nuestras capacidades y fortalezas”, dijo Pérez durante su intervención.
Salazar aseveró que, para ella, el reto más grande ha sido en “en los roles hombre-mujer frente a las tareas de la casa”. Aseguró que la sociedad ha generado una carga de segregación que provoca unos estados emocionales y de culpa, además de presiones, que afectan la salud mental de las personas. “Creo que, sin duda, es un reto romper los miedos con los que creces en una sociedad absolutamente masculinizada”.
Por su parte, Sandra Quitián explicó que su experiencia ha sido en romper paradigmas como mujer de provincia y nieta de campesinos. “Mis padres confiaron en que la educación a las mujeres nos daba una oportunidad extra y que rompía barreras para quienes no nacimos en capitales y nos vinimos a la capital a formarnos. Terminé trabajando en industrias que, por su naturaleza, están masculinizadas”.
Durante el panel ‘Mujeres en el poder empresarial’, señalaron que el país ha dado pasos importantes para lograr ser más igualitario y equitativo en materia de género. Sin embargo, la brecha sigue siendo muy marcada. En el Global Gender Gap, el país ocupaba en 2016 el puesto 35; en el último reporte, el país aparece en la posición 75. “Debemos entender qué estamos haciendo y dónde debemos hacer los principales esfuerzos para trabajar de una manera más contundente en el cierre de brechas de género”, precisó Sonia Salazar.
¿Cómo cerrar las brechas?
Quitián señaló que WOM es la única empresa de telecomunicaciones que está certificada por la Cámara de Comerciantes LGBT como una compañía de no discriminación. Añadió que están llevando a cabo una serie de estrategias que permiten impulsar mujeres en carreras Stem (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), que en el ámbito global no superan el 27 por ciento. “Estamos generando y propendiendo por mujeres en roles de liderazgo en este tipo de carreras muy asociadas a nuestro rubro”. Así mismo, explicó que trabajan en la generación de primer empleo en el país.
Desde Vanti llevan tres años transformando la organización para incluir mujeres en la cadena de valor de la organización con acciones reales, por ejemplo, con el proyecto ‘Energía femenina’, una alianza con el Sena. Según Sonia Salazar, seleccionaron 50 mujeres que estaban en una situación social y económica compleja, que fueran madres cabeza de hogar, y que no pudieran trabajar. “Les estamos pagando la etapa de formación para que no haya deserción académica y en diciembre de este año entrarán a las líneas laborales como técnicas en mantenimiento de gas”.