A pesar del revés que sufrió el sector de la construcción durante el 2023, este sigue siendo uno de los más importantes para el desarrollo del país, pues representa el 5,1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de Colombia, reveló la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol).
Para Daniel Wills, vicepresidente técnico y de estudios económicos de la Asociación Colombiana de Administradoras de Fondos de Pensiones y de Cesantías (Asofondos), en 2024 habrá un cambio significativo en la compra de vivienda gracias a la reducción de las tasas de intereses impuestas por el Banco de la República. “Las condiciones se están configurando para cambiar la tendencia de dejar las cesantías guardadas y empezar a usarlas”, dijo.
Las cesantías son una prestación social que el empleador debe pagar a sus trabajadores y que es adicional al salario habitual. Ese pago se debe hacer antes del 14 de febrero de cada año, corresponde a un mes de salario por cada año trabajado y debe ser consignado en la cuenta de cada empleado en una de las administradoras de cesantías, explicó Laura Roa Zeidán, presidenta del Fondo Nacional del Ahorro (FNA).
Según la alta funcionaria, las cesantías son uno de los recursos económicos más importantes para los trabajadores colombianos. “Con este ahorro se pueden enfrentar coyunturas como la pérdida de empleo, cumpliendo con su objetivo original, la protección del trabajador cuando queda cesante, en la consecución de vivienda o invertir en su educación”, agregó.
En ese sentido, Andrés Orozco, vicepresidente comercial y de mercadeo en Amarilo, afirmó que destinar las cesantías para la compra de vivienda es “la mejor decisión” que pueden tomar los trabajadores. Además de ser una inversión a largo plazo, mejora la calidad de vida y contribuye a construir el patrimonio. Es por ello que, entre las prioridades de la constructora colombiana, está crear iniciativas como la ‘Academia de Soñadores’, una plataforma que busca, por medio de la pedagogía, otorgar a los colombianos herramientas para la inversión en vivienda, “la meta es crecer”, aseguró.
Otra de las estrategias de Amarilo es la campaña ‘Cesantías Sin Enredos’, la cual ofrece bonos de descuentos de hasta 110 millones de pesos para “impactar positivamente el bolsillo, aliviar gastos y ayudar a que cada vez más familias cumplan la meta de tener vivienda propia”, afirmó Orozco.
A su juicio, estas iniciativas sumadas a los subsidios del programa ‘Mi Casa Ya’, liderado por el Ministerio de Vivienda, y las bajas tasas de interés del FNA, representan el trabajo articulado de todos los actores y pronostican un panorama positivo para el sector, ya que más personas podrán comprar vivienda, a través de créditos que se ajustan a las necesidades de los colombianos.
Para 2024, la compañía ratificó su rol en la construcción de país con el avance en el desarrollo de proyectos que dinamicen la economía local, generen empleo y sean más flexibles con los tiempos de pago (30 a 35 meses), y los intereses al comprador. Esto, con el propósito de ser competitivos en el mercado y motivar a las personas a invertir sus cesantías para comprar casa.
Dado el comportamiento actual de la economía nacional, los expertos coincidieron en que la vivienda sigue siendo una inversión segura. Son un activo que se valoriza y genera renta con el tiempo. “Invertir en proyectos de vivienda garantiza el porvenir y bienestar de las nuevas generaciones ante futuras crisis financieras”, concluyó Orozco.
Este evento digital fue organizado por Foros Semana y Amarilo.