El burnout es uno de los problemas que más ha tomado relevancia durante los últimos años en las organizaciones. Se trata del síndrome de agotamiento físico y emocional producido por el estrés crónico que de acuerdo con Lesley Warren, Head of Research en Buk, tiene sus causas en la sobrecarga laboral y en la falta de una cultura organizacional basada en la empatía, confianza y diálogo.
De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo reconoció como un factor de riesgo psicolaboral y en 2022 lo incorporó en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE), bajo tres dimensiones: agotamiento físico y psicológico, apatía y desvinculación con la empresa y sensación de ineficiencia y bajo desempeño laboral.
Según el Reporte de Burnout: ‘¿Cómo prevenir un incendio en las organizaciones?’, Colombia registra el menor número de personas con alto nivel de compromiso en las empresas, con un 23 por ciento frente a un promedio del 30 por ciento en los demás países de Latinoamérica.
Por otra parte, el 64 por ciento de los colombianos tiene una relación neutral con su trabajo, es decir, cumplen con sus responsabilidades pero no se sienten altamente comprometidos con la organización. Para Warren, no se trata de un indicador malo, pero sí pone sobre la mesa “puntos de mejora y los riesgos de que estas personas lleguen a un estado de burnout”.
Entre los hallazgos de Buk también se identificó que las generaciones más jóvenes son las que están más propensas a sufrir este síndrome. La Gen-Z es la población con menos entusiasmo en el trabajo, dos de cada cinco personas de 30 años o menos aseguraron sentirse desmotivadas más de una vez al mes en sus trabajos.
Warren señaló que esto se debe a que los jóvenes están más expuestos a un “un entorno laboral más competitivo, de mayor exigencia, dónde se espera mucho de ellos y sienten que quizás no tienen las capacidades para lograr lo que se les exige, lo que resulta en altos niveles de estrés”.
Para evitar la aparición de este síndrome que no solo afecta a las colaboradores, sino a la productividad de las empresas, la experta explicó que la clave es “empoderar a los líderes” porque son ellos los que deben recordar la importancia de sus roles en la generación de confianza y empatía con los miembros de los equipos de trabajo en las diferentes áreas de la organización.
Asimismo, recomendó el uso de datos dentro de las empresas para analizar, medir y diagnosticar los procesos internos que pueden afectar el bienestar de los colaboradores, así como el fortalecimiento de los equipos de recursos humanos para que entiendan la forma en la que se lideran los equipos y se distribuyen las tareas en la compañía.
Warren resaltó que esos son los frentes desde los que trabajan en Colombia. “Esperamos terminar el año con un 30 por ciento más de clientes que el año anterior. También crecemos con fuerza en Chile, Perú, México, y estamos sentando las bases para entrar en el mercado brasileño”, precisó.
*Este contenido fue realizado con el apoyo de Buk.