Natalia De Castro y Sebastián Guzmán han dedicado gran parte de sus vidas al Carnaval de Barranquilla. Aunque su rostro no es visible, su trabajo siempre ha estado presente. La reina, ensayando a comparsas, reyes infantiles y participando en varias coronaciones. El rey, preparando a los reyes momos y fundando carnavales como el de Suroccidente. Ambos son el retrato de “quien lo vive es quien lo goza”.