Estados Unidos y Canadá vivieron durante el transcurso de la semana una histórica ola de frío con las temperaturas más bajas en décadas paralizando casi por completo la cotidianidad, en algunas ciudades se experimentaron condiciones climáticas como las del Ártico con temperaturas que caen muy por debajo del punto de congelación declarando estado de emergencia en la mayoría de ciudades ante la llegada del "ciclón de bomba".