En lanchas fueron transportados los cofres que contenían los restos de las víctimas de la masacre de Bojayá, ocurrida el 2 de mayo de 2002. Las familias de los 79 hombres, mujeres y niños que murieron al interior de la iglesia de Bellavista donde explotó una pipeta lanzada por las Farc, podrán de esta forma cerrar este tortuoso ciclo y descansar en paz, tras situarlos en el nuevo mausoleo que fue dispuesto para tal fin en ese municipio del Chocó. Durante toda la semana, se adelantarán ceremonias tradicionales del pueblo afro y el lunes 18, el sepelio. De los 79 cuerpos encontrados, solo 72 pudieron ser identificados. La Unidad Nacional para las Víctimas dispuso más de 1.500 millones de pesos para garantizar la participación de los familiares de las víctimas, bajo sus usos y costumbres.