Alejandra Azcárate es una de las presentadoras más reconocidas de Colombia. La también comediante reapareció este fin de semana luego de vivir meses bastante complicados por el escándalo de la narcoavioneta y reveló, en el programa Los informantes, algunos detalles de su vida personal y de los momentos que vivió tras la polémica.
“Mi vida se vino abajo en su totalidad. Fue un derrumbe absoluto en 24 horas”, dijo la comediante luego de que se desatara un escándalo a finales del mes de mayo del año pasado, cuando un cargamento de droga fue decomisado en la isla de Providencia. En la avioneta se transportaban 446 kilos de cocaína que pertenecían a una sociedad en la que su esposo, Miguel Jaramillo Arango, aparecía como accionista.
En varias ocasiones, Jaramillo aseguró que no estuvo involucrado en el delito del narcotráfico, ya que para ese momento él ya no figuraba como accionista de la sociedad. “Yo no tengo injerencia alguna sobre esa sociedad, ni tengo acciones, ni tengo representación legal ni tengo intereses. El dueño de esa sociedad hoy en día es el señor Fernando Escobar, al igual que el dueño de la avioneta capturada con droga”.
En medio de la entrevista con el programa investigativo, Jaramillo mencionó los difíciles momentos que tuvieron que a travesar él y su pareja, tanto así que tuvieron que separarse por unos meses. “No le puedo pedir perdón porque no cometí ningún error. Lo único que le puedo decir es gracias y ojalá la vida nos dé la oportunidad de continuar juntos”, manifestó el manizaleño, visiblemente afectado.
Posteriormente, precisó: “Estuvimos separados de común acuerdo cerca de cinco meses. Hoy en día tenemos conversaciones nobles y palabras buenas para compartir. Sin embargo, estamos lejos de haberlo superado y no sé si lo haremos”.
Pese a estas declaraciones, una publicación de la comediante en su cuenta personal de Instagram da a entender que están juntos como pareja, que el amor está más vivo que nunca y que el suceso de la narcoavioneta es parte de un episodio más superado por la pareja.
“Haber hecho el camino de Santiago de Compostela fue una experiencia engrandecedora desde muchos puntos de vista, pero lo realmente relevante fue constatar, una vez más, la importancia que tiene el haber encontrado con quien construir uno apacible en la vida”, señaló Alejandra Azcárate.
Además, la presentadora aprovechó para hacer una reflexión acerca del matrimonio y su verdadero significado.
“Un matrimonio, una relación honesta bajo el formato que sea, considero que es una alianza sana que, lejos de seguir los renglones de la teoría, exige una concienzuda práctica. Amar no es un verbo, es un arte, un estado que se cultiva y un compromiso que se labra con el otro. La lealtad prima, ese valor poderoso que genera un arraigo sólido y que permite navegar en las aguas mansas y en las turbulentas”.
También mencionó todas las etapas emocionales por las que han tenido que pasar ella y su esposo; además, hizo énfasis en el momento en el que estuvieron ‘en boca’ de todo un país.
“Yo, nosotros, a lo largo de 18 años hemos conocido la felicidad y el dolor, la plenitud y la angustia, la paz y el agobio, pero sobre todo el amor. Ese que nos ha divertido y permitido afrontarlo todo porque a pesar de haber mantenido siempre un hermetismo absoluto por el respeto que consideramos que merece nuestro hogar, el día menos pensado nos convertimos en el tema del almuerzo de un país”.
La comediante recalca que pese al duro momento quienes se fortalecieron fueron ella y su pareja. “Nos devoraron, se saciaron en un macabro bufet con barra libre y no dejaron ni las sobras. Sin embargo, no contaron con que nosotros fuimos los alimentados, los nutridos y lo mejor es que no tuvimos que pagar la cuenta”.