A la cabeza de Fran Drescher (la popular actriz que protagonizó la serie La Niñera en los 90), los actores de Hollywood decidieron unirse la semana pasada a los guionistas en huelga, pues estos se encontraban marchando en favor de sus derechos laborales, alegando por injusticias salariales y el uso imprudente de la inteligencia artificial en la industria del entretenimiento.
La WGA (Writers Guild of America), que es el sindicato de escritores para cine y televisión de Estados Unidos, les exigió a todos sus miembros que detuviesen la actividad, por lo que se pararon rodajes de producciones de gran nivel como Deadpool 3, Wicked, Gladiador 2 o Mortal Kombat 2, debido a que durante las filmaciones los directores hacen cambios que impactan al libreto, pero con los libretistas por fuera no habría manera.
No obstante, los grandes estudios en un principio habían intentado seguir adelante con los proyectos que ya estaban adelantados, evitando realizar modificaciones al material escrito. Sin embargo, cuando los intérpretes se unieron, la dificultad fue absoluta. Los sets pararon.
Tanto ha sido el impacto de la manifestación, que el gran éxito de Universal Studios para 2023, Oppenheimer, podría verse forzado a cancelar el resto de su promoción. Emily Blunt, una de las protagonistas, dejó en claro que la intención del reparto es adherirse a la protesta, por lo que abandonaron la alfombra roja en Londres.
Los actores no se habían unido antes, de acuerdo a lo que explica Drescher, directora de la SAG (Screen Actor Guild - Sindicato de actores), porque “SAG-AFTRA negoció de buena fe y estaba ansioso por llegar a un acuerdo, pero las respuestas de la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP) a las respuestas más importantes del sindicato han sido insultantes”.
El movimiento ha congregado a tantos profesionales del espectáculo que otros sindicatos alrededor del mundo se han unido. Las agremiaciones australianas y canadienses se han aliado. De la misma manera, histriones de todas partes se pronuncian.
Inclusive, una actriz colombiana que se encuentra en Hollywood por estos días decidió sumarse a la causa de sus colegas.
Se trata de la paisa Julieth Restrepo, quien ha cosechado una larga trayectoria en la televisión nacional a través de éxitos como Al final del espectro, A Mano limpia, La promesa, Laura, la santa colombiana, Lady, la vendedora de rosas y Noticia de un secuestro.
Su participación destacada en los títulos anteriores le permitió ser vista por desarrolladoras internacionales, por lo que tuvo que migrar hacia Los Ángeles, donde pudo hacerse espacio en largometrajes como Loving Pablo, en el que actuó con Javier Bardem y Penélope Cruz.
La celebridad antioqueña de 36 años indicó: “juntos somos más fuertes y es hora de actuar. Orgullosa de ser parte de nuestra increíble unión y agradecida de estar rodeada de tantos colegas talentosos en este momento crucial de la historia”.
Su pronunciamiento no fue ignorado por sus compañeros de trabajo en Colombia, quienes también se unieron a su sentir. Marcela Mar, por ejemplo, exclamó: “¡Vamos hermana sufragista!”. Mientras tanto, el actor Fabián Mendoza le dijo: “supercompañera, abrazo desde Colombia”.
Asimismo, Carolina Gaitán, Ana María Estupiñán, Paulina Dávila, Santiago Reyes y Ariel Merchán también reaccionaron.
El paro sigue
“No tenemos opción”, dijo Fran Drescher, presidenta del SAG-AFTRA y estrella de la serie La niñera (The Nanny) en un enérgico discurso para anunciar el llamado a paro contra los estudios. “Si no nos plantamos ahora, todos vamos a estar en aprietos. Estaremos amenazados de ser reemplazados por las máquinas y los grandes negocios”, afirmó la líder del sindicato, que agrupa a más de 160.000 actores y otros profesionales del cine y la televisión.
Con esto, actores y guionistas, que llevan doce semanas protestando a las afueras de los estudios con exigencias similares, unirán sus fuerzas y amenazan con paralizar totalmente la industria, algo no visto desde 1960 en Hollywood. Los dos oficios piden un ajuste de sus pagos por la retransmisión de las producciones, alterados por el auge de las plataformas de internet.