La actriz Laura Peñuela, luego de hacerse un aumento de busto, por carecer de él, cinco años después se enteró de que uno de sus implantes se rompió, así lo dio a conocer la exseñorita Sucre (2007) en el programa de chismes, La Red, del canal Caracol.
“Yo le decía a mi papá, ‘es que no tengo senos’. Nunca me salieron, entonces él de regalo me los dio con un muy buen cirujano. Yo era muy planita, entonces como yo tengo mis caderitas grandes, yo decía, ‘quiero sentirme un poquito más mujer, más femenina’, yo pienso que los senos hacen parte de eso. Entonces yo quería mis senos y sentirme empoderada”, afirmó.
Y agregó que “los senos son símbolo de las mujeres, pienso yo, de poder, de feminidad, de armonía. Cuando yo me estaba haciendo mi autoexamen normal, y noto que hay una pequeña almendra gelatinosa en la axila izquierda. Cuando yo la palpo, digo ¿esto qué es? La voy a revisar. Pedí una cita, me hicieron una mamografía. Se observó una silicona, pero no había ruptura, entonces eso era muy confuso para la doctora”.
“Hablé con el mastólogo y me recomendó una resonancia magnética, que cuando sale, se ve que hay una adenopatía en tormenta de nieve, es decir, partes de siliconomas pegados en los ganglios de la axila izquierda y una ruptura intracapsular del implante. Quiere decir, que está dentro de la cápsula y eso fue lo que me salvó. Y de una vez me remiten a cirugía”, continuó diciendo.
Vale decir que los siliconomas “representan una reacción inflamatoria crónica y natural del huésped para frenar una sustancia extraña, en este caso, la silicona. Corresponden a una de las posibles complicaciones después de la rotura o fuga de gel de silicona desde implantes mamarios”, según registra la Revista de la Asociación Colombiana de Dermatología.
Asimismo, la actriz, que ha participado en producciones como Celia, Los Morales, entre otras, destacó que “el cuerpo puede comerse el implante después de 10 años, mucha gente no sabe eso. Yo quedé petrificada, no lo podía creer, cuando a mí me muestran el implante, en muy mal estado, oliendo feo”. Por lo que después de sacarlos, los cambió por otros, pese a que “está de moda retirarlos, tenerlos (senos) pequeños”.
De igual manera dijo que piensa que “eso puede ser respetable y personal de cada mujer y cómo se sienta. Yo me siento igual bien sin los implantes, y me voy a sentir bonita, pero en términos personales, a mí me da más seguridad y más confianza, porque no tengo nada de tejido mamario, soy absolutamente plana, entonces para mí sí es importante sentir esa armonía en el cuerpo, sentirme mujer, aunque parte de ser mujer es ser otras cosas, pero para mí, los senos son muy importantes”.
“Yo soñaba con volvérmelos a poner”, agregó, pese a que un tío le dijo que no se volviera a poner nada por el auge del síndrome de Asia, pero asegura que “estos implantes son de última tecnología y si algo llega a pasar, pues me los retiro”.