El príncipe William de Inglaterra le apuesta a luchar contra los grandes problemas de la humanidad. Mientras ella fue una de las principales voceras para combatir las hambrunas y el sida, él se ha convertido en una de las voces más fuertes en la lucha contra el cambio climático.
Prueba de esto fueron los nuevos premios anuales, creados por él para apoyar esfuerzos destinados a salvar el planeta frente al cambio climático. En esta primera ocasión fueron anunciados cinco ganadores, que recibirán cada uno 1,4 millones de dólares (1,2 millones de euros).
Costa Rica fue uno de los vencedores al obtener el premio “proteger y restaurar la naturaleza” por sus esfuerzos para proteger bosques, sembrar árboles y restaurar ecosistemas. “Recibimos este reconocimiento con orgullo, pero con humildad; lo que hemos logrado en este pequeño país de Centroamérica puede hacerse en todas partes”, dijo el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado.
William espera que estos premios impulsen la lucha contra el cambio climático y calificó a los galardonados de “innovadores, líderes y visionarios”. Los cinco finalistas fueron escogidos por expertos, entre más de 750 nominados. Los premios están repartidos en cinco categorías: proteger y restaurar la naturaleza, limpiar el aire, revivir los océanos, construir un mundo sin despilfarro y reparar el clima.
El príncipe William anunció que la edición 2022 de los premios Earthshot se celebrará en Estados Unidos. Los otros ganadores fueron la compañía india Takachar, Coral Vita, una granja de Bahamas que cría corales resistentes al calentamiento global, la ciudad de Milán y el equipo tailandés-germano-italiano de AEM Electrolyzer.
Los premios se dieron en una ceremonia de gala, tras una semana marcada por el descontento de la realeza británica ante la inacción de los líderes mundiales frente al cambio climático. En un evento televisado desde el Alexandra Palace de Londres, que contó con actuaciones de artistas como Coldplay y Ed Sheeran, se anunciaron los primeros galardones de este premio, que aspira a convertirse en el nobel del medioambiente.
Guillermo, de 39 años y segundo en la línea sucesoria al trono británico, anunció su creación el año pasado, asegurando que se entregará anualmente durante una década para “incentivar el cambio y ayudar a reparar nuestro planeta”. Recompensarán tanto a personas –activistas, científicos, economistas– como a empresas, organizaciones, gobiernos, ciudades o países que propongan soluciones viables a la crisis climática.
Además del príncipe, el jurado de esta primera edición estuvo compuesto por personalidades como la cantante colombiana Shakira, el futbolista brasileño Dani Alves, la exresponsable climática de la ONU Christina Figueres, la actriz australiana Cate Blanchett, la reina Rania de Jordania y el naturalista británico David Attenborough.
El proyecto costarricense es un “plan pionero” que les “paga a los ciudadanos locales para que restauren los ecosistemas naturales y que ha hecho renacer la selva tropical”, precisó la fundación del duque de Cambridge.
Primero “arreglar” al planeta
Dotado con un monto de 50 millones de libras durante diez años (más de 59 millones de euros, poco más de 68 millones de dólares), el premio Earthshot, creado en 2020, pretende ser “el lauro medioambiental mundial más prestigioso de la historia”.
Está inspirado en el programa lunar del presidente estadounidense John F. Kennedy, que contribuyó particularmente al desarrollo tecnológico de la humanidad. Su objetivo es recompensar a quienes logren “soluciones viables” a la crisis climática, mejorando “las condiciones de vida en el planeta, sobre todo para aquellas comunidades más expuestas al cambio climático“.
Fustigando el turismo espacial, el príncipe Guillermo instó esta semana a centrarse en la Tierra. “Algunos de los mayores cerebros y mentes de este mundo deben intentar arreglar a este planeta primero, no buscando el próximo lugar donde ir a vivir”, subrayó.
Ante la cercanía de la conferencia de la ONU sobre cambio climático COP26, que se celebrará en la ciudad escocesa de Glasgow del 31 de octubre al 12 de noviembre, la familia real británica llamó esta semana a los líderes mundiales a comprometerse con el futuro del planeta.
En una entrevista con la BBC, William pidió algo más que “palabras”, mientras su padre Carlos, de 72 años, llamó a los dirigentes mundiales a “ponerse manos a la obra” y la propia reina fue captada por un micrófono de una cámara tras un acto público expresando su “irritación” ante quienes “hablan pero no actúan”. Sin embargo, grupos ambientalistas denuncian la “hipocresía climática” de la realeza, que es el mayor terrateniente del Reino Unido, con grandes fincas en Escocia dedicadas a la caza y la agricultura.
El pasado fin de semana, el ecologista Chris Packham encabezó una marcha infantil hasta el Palacio de Buckingham para entregar una petición con más de 100.000 firmas en la que se le pedía a la reina Isabel II que vuelva a hacer que esas tierras sean silvestres.
*Con información de la AFP.