Alina Lozano es considerada una de las mejores actrices que tiene el país y todo gracias a los grandes roles que ha interpretado a lo largo de más de tres décadas, siendo el papel de Doña Nidia en la novela Pedro el escamoso el que le dio un premio TVyNovelas como Mejor actriz de reparto y le otorgó todo el cariño de los televidentes colombianos.
Sin embargo, durante los últimos meses la actriz no ha sido noticia por su talento ante las cámaras o por algún tipo de acontecimiento extraordinario. El revuelo mediático inició por su supuesta relación con el actor Jim Velásquez, 30 años menor que ella y con quien se conoció a través de diversas jornadas de grabaciones de contenido para sus redes sociales, donde los dos hacían las veces primero de madre e hijo, y luego de pareja “dispareja” por su diferencia de edad.
Los dos actores salieron a la luz pública a confirmar que el amor que mostraban en sus perfiles de Instagram había saltado a la realidad, dejando plasmados en sus perfiles un sinfín de situaciones que navegaban entre lo pasional, lo romántico, lo cómico y lo absurdo, que no dejaban que todos creyeran 100 % en su amor, que finalizó hace unas semanas por una supuesta falta de confianza por parte del joven bogotano.
Para bien o para mal esta relación volvió a poner a Alina en el radar de la teleaudiencia y los cibernautas de las redes, al punto de convertirla en una especie de influencer mayor, que muchas marcas ya están reclutando y por ello a Alina le han llegado toda clase de invitaciones, desde protagonizar comerciales en solitarios, hasta viajes en los que podrá realizar otro tipo de proyectos.
Lozano ha recibido muy bien este boom mediático y estas oportunidades de monetizar su contenido en redes, sin embargo, también ha sido muy honesta sobre cómo la ha afectado este nuevo estilo de vida y todo lo que le acarrea el solo hecho de recibir una invitación a un viaje relámpago de forma sorpresiva y que se llevará a cabo de manera inmediata, solo dejándole el tiempo preciso para empacar maleta y dejar su casa en el mejor estado posible.
“Buenos días amigos, madrugadora como siempre. Me voy de viaje, un viaje relámpago y me gusta porque en este momento siento que necesito eso. Salió ayer la posibilidad, la invitación y entro en una ansiedad… No es el miedo al avión, es ansiedad como del cambio”, relató la actriz en sus historias de Instagram, contándole a sus seguidores pormenores de este viaje.
Alina atinó a decir que el hecho de tener que cambiar de forma radical su rutina, delegar las funciones que iba a realizar en dichos días que no estará y empacar su maleta, son algunos de los temas que le ponen los nervios de punta y no la dejan disfrutar del proceso, sin mencionar cuál será el destino que visitará, ni el objetivo de este viaje.
“Yo me aseguro de dejar todo organizado. Lo que se necesita en la casa, hablo mil veces con Rosita, hablamos mil veces de lo mismo y luego, supuestamente, me hizo arreglar la maleta… ¿Y qué significa eso?, yo como que no lo logro, hecho mil cosas, saco mil cosas y luego todo encima de la mesa y para el viaje no me llevo nada… Así me pasó en el último viaje y esa vez Rosita fue la que se encargó de ayudarme a organizar mi equipaje”, relata Lozano mientras camina por la zona natural y verde aledaña a su residencia.
Luego, para calmar los nervios, Alina empieza a cantar letras alusivas a sus sentimientos de nerviosismo y ansiedad para así apaciguar su mente, ordenar sus ideas y lograr hacer su equipaje para partir unos días fuera de Bogotá, ciudad donde actualmente reside.