Pese a que cada vez son más frecuentes las relaciones en las que hombres jóvenes se involucran con mujeres mucho mayores, el tema sigue siendo un tabú. El más reciente caso en Colombia ha corrido por cuenta del noviazgo que sostienen la actriz Alina Lozano y el influenciador Jim Velázquez.
Es que no es una relación cualquiera: la artista es 30 años mayor que su pareja, quien hace pocos días en un programa de televisión le pidió matrimonio.
“Podría ser su hijo”, le han repetido a la recordada intérprete de Nidia Pacheco de la producción Pedro, el escamoso en la calle y en las redes sociales, desde que decidió revelar que sostiene una relación sentimental con Jim, actor como ella y a quien conoció en medio de un taller que ella dictó. Ella tiene 54 años, Jim 23.
Pero, no es la primera vez que la farándula nacional se sacude con este tipo de historias. En 2006, en medio de las grabaciones de la telenovela Juegos prohibidos, la exreina Kathy Sáenz y Sebastián Martínez se enamoraron y llegaron al altar dos años más tarde. Ella con 34 años y él apenas con 23.
Hasta hoy, más de 15 años después, conforman una de las parejas más estables del entretenimiento, tienen un hijo, Amador, y hasta un emprendimiento, al que Sáenz está dedicada de tiempo completo, una marca de belleza y cuidado personal.
Para Sáenz, tal como ella lo sospechaba 15 años atrás, solo el tiempo les daría la razón: la suya no sería una relación pasajera, y la diferencia de edad tampoco se convertiría en un impedimento para construir una historia de amor que ha perdurado en el tiempo.
Otras parejas con notoria diferencia de edad también han sido noticia: Shakira y Piqué, cuya relación se prolongó por 12 años; y Nelson Polanía y la Gorda Fabiola, que llevan más de dos décadas juntos y tienen un hijo.
Pese a los ejemplos, no son pocos los que se resisten a creer que estas relaciones pueden consolidarse o que están movidas por el amor verdadero. Muchos incluso creen que los hombres que se fijan en una mujer de mucha más edad buscan estabilidad económica y comodidad. Una sugar mommy.
Según la psicoterapeuta Mara Tamayo, esa idea está asociada a los parámetros “impuestos por una sociedad que privilegia la juventud y la belleza de las mujeres como valores supremos. Por eso, es una sociedad que exalta a las mujeres talentosas pero jóvenes, aunque castiga a esa misma mujer cuando ya supera cierta edad”.
Mujeres empoderadas
Pero los tiempos han cambiado. “Las mujeres de ahora ya no necesitan un guía, un hombre mayor en sus vidas que les provea estabilidad, principalmente económica, y hasta posición social, como sucedía con mujeres de otras generaciones”, apunta Tamayo.
Agrega que “la emancipación de la mujer, la liberación de prejuicios y expectativas de género han supuesto un cambio en muchos aspectos de la vida social y familiar de las mujeres, empezando por el rol que desempeña en la familia, en la que ella es también proveedora hoy en día. Cambios, además, en el sector laboral, en el que a paso lento van alcanzando cargos de responsabilidad y una mayor agencia personal y social”.
Estos factores son los que han configurado, a juicio de Tamayo, una transformación en los roles que ocupan en las relaciones, por lo que “la elección de una pareja más joven es una opción más dentro de ese proceso de emancipación”.
Ahora, dice la especialista, “las mujeres queremos compañeros de viaje, no a un hombre que nos pague el viaje o nos cambie el rumbo”.
También ha influido el hecho de que cada vez más las mujeres cuentan con herramientas y tratamientos más eficientes para retrasar el paso de los años. “Son mujeres más conscientes del autocuidado, con más autoestima, que invierten en ellas, en su salud y alimentación, por lo que es fácil encontrar mujeres de 45 años o más que lucen de mucha menos edad”, asegura Tamayo.
Pero, ¿qué ventajas puede encontrar una mujer en un hombre más joven? Más allá del famoso colágeno, como aseguran con ironía muchos, cuando “una mujer se arriesga con un hombre de mucha menos edad, es, por lo general, autónoma e independiente y tiene un mejor conocimiento de sí misma. También cuenta con una mejor percepción y aceptación de su cuerpo y sabe manejar mejor sus emociones”, dice la especialista.
Y, al buscar a un hombre joven, usualmente quiere encontrar una relación más ligera, sin ataduras, libre y, claro, más física y sexual. No en todos los casos, pero en algunos, como dice la experta, la juventud de la pareja puede estar asociada a inquietud, energía, curiosidad, ganas de explorar y, “por qué no, sentirse más joven y deseada”.
Es que, al contrario “de lo que han vivido muchas de nuestras mamás, tías y abuelas, que por destino les tocó convertirse en cuidadoras de sus parejas, hoy las mujeres valoran la energía y la vitalidad propias de un hombre joven. La ciencia nos habla de las neuronas espejo, por lo que sabemos que nuestro cerebro imita el comportamiento de la persona que tenemos enfrente. En el momento en el que una mujer toma las riendas de su vida y elige a una persona más joven a su lado, lo que su mente inconsciente quiere es verse reflejada en la ilusión, el empeño, la fuerza y la valentía de la juventud”, puntualiza Tamayo.
Así que como bien dice el popular meme de redes sociales: “Si aún no has conocido al amor de tu vida, no te preocupes, debe ser que aún no ha nacido”.