Muchas versiones han circulado en los últimos meses sobre el estado emocional y de salud de la cantante española Amaia Montero, exvocalista del grupo La Oreja de Van Gogh.
Todo comenzó a mediados de octubre, cuando la artista escribió en su cuenta de Instagram: “Si la esperanza es lo último que muere y todavía no la he perdido de qué me sirve la vida”. Una frase a la que acompañó con una imagen suya, en blanco y negro, sin maquillaje, despeinada y totalmente irreconocible.
En otro momento, en respuesta a los internautas sobre cómo se encontraba, Montero, de 46 años, no ocultó su mal momento: “Destruida”.
Dichos mensajes preocuparon a sus miles de fans, que interpretaron las palabras de la artista como una señal de que buscaba ayuda. Pero ni la familia ni los representantes de Montero daban información precisa sobre lo que pasaba realmente con la intérprete de ‘Rosas’, ‘Jueves’ y ‘Dulce locura’, que la llevaron al éxito en Hispanoamérica.
Es más, el productor musical de la artista, Aurelio Manzano, reveló poco después desconocer el paradero de Montero y aseguró que los mensajes de la española en redes no hacían parte de una estrategia de mercadeo, como se llegó a especular. “Nadie está banalizando nada, no forma parte de ninguna campaña promocional ni de marketing. (Sentimos) mucha precaución porque estamos con un tema delicado de salud”, expresó, en declaraciones citadas por el diario español ‘El Mundo’.
Sin embargo, en las últimas horas la revista española Lecturas publicó una foto de Amaia Montero saliendo de un centro asistencial en Navarra, en donde estuvo internada durante un mes debido a su depresión y sus problemas emocionales, derivados al parecer por la muerte de su padre.
De acuerdo con este medio de comunicación, Montero habría tocado fondo y decidió ponerse en manos de profesionales, con la ayuda y compañía permanente de su familia para salir de esta difícil situación personal. Hasta el momento, ni la cantante ni su entorno cercano han ofrecido declaraciones sobre su estado de salud tras este tratamiento.
La publicación informó que, una vez fue dada de alta, la artista fue recogida por su hermana Idoia para que Amaia continúe en casa su proceso de recuperación y “retome las riendas de su vida”.
Justamente, a través de Lecturas se conoció una imagen tomada a su salida de la clínica en la que se ve visiblemente desmejorada, casi tan irreconocible como en aquella foto publicada en su cuenta de Instagram en octubre pasado.
Su retiro de la música
Amaia Montero abandonó en noviembre de 2017 el grupo de pop La Oreja de Van Gogh y calificó el hecho como “la decisión más difícil” de su vida.
Lo hizo de forma amistosa, manifestando su cariño “de hermanos” hacia sus cuatro compañeros. Por su parte, Pablo, Haritz, Xabi y Álvaro también dijeron que sentían “mucha tristeza” por todos los años vividos junto a la cantante. Quince años después de iniciar juntos un camino musical, parecía que la armonía de los cinco ya no era la misma.
Aunque hacía tiempo que circulaban rumores sobre las diferencias irreconciliables de la artista con Pablo Benegas (guitarrista y compositor), la ruptura se dio en buenos términos.
En su mensaje a los medios en aquel momento, Montero decía que “los años que he pasado con LOVG (La Oreja de Van Gogh ) y todo lo que he vivido con ellos permanecerá por siempre en mi corazón”. Y desmentía lo que llamó “muchas tonterías” sobre la relación que tiene con sus compañeros. “Los quiero como a hermanos… mucho de lo que soy como persona lo he aprendido con ellos”.
En el grupo fue reemplazada por Leire Martínez, cantante que recibió en su momento fuertes críticas de la exvocalista pues, según ella, firmaba a los seguidores discos de la etapa en la que era Montero la voz líder de la agrupación.
Durante algunos años intentó alzar vuelo como solista, pero no tuvo una carrera destacada en solitario. De hecho, en Twitter, la artista publicó algunos mensajes en los que mencionaba su posible retiro, aunque sin concretar fechas ni momentos precisos: “Hasta pronto”, “the game is over” (“el juego se ha acabado”, en español) y “empezando a despedirme y empezando por el principio”.
Poco antes del mensaje de octubre pasado que preocupó sus fans, la cantante había contado en sus redes sociales que regresaría a la música tras una pausa de cuatro años. Pero todo terminó en confusión cuando publicó esa imagen en blanco y negro, visiblemente desmejorada. Luego vino un largo y preocupante silencio.
De momento, solo se sabe que Amaia Montero está atravesando un momento personal difícil, tal y como reveló su propia hermana. Arropada por su familia, la cantante está deseando retomar su actividad profesional cuando antes, aunque no lo hará hasta que esté mejor. «Está un poco mejor«, indicaba el entorno de la intérprete al medio El Español.
También se indicó que las hermanas de la cantante están muy preocupadas por su madre y evitan en todo momento que le llegue informaciones sobre su hija.