Desde su lanzamiento en marzo de este año, Ana de Nadie se convirtió en la telenovela que lidera el rating en las noches de la televisión colombiana. Con cada capítulo, los televidentes fueron enganchándose cada vez más con la historia de Ana Ocampo, sus sueños, sus desilusiones, su familia, sus amigas.
Además de la estupenda interpretación lograda por Paola Turbay en el papel principal, otro de los personajes que se ha robado la atención ha sido el de Horacio Valenzuela, interpretado por Jorge Enrique Abello. Un arquitecto infiel, frío y calculador, que incluso no logró hacer feliz a la joven mujer por la que dejó a su esposa, Adelaida.
Dicho personaje, según contó Abello a SEMANA, le ha traído animadversión en miles de televidentes que siguen la historia, varios de los cuales lo han increpado en la calle y en las redes sociales. “Muchos hasta me dicen desgraciado”, reconoce con humor el actor.
Estas son, precisamente, las diez escenas de Ana de Nadie en las que los colombianos han odiado con el alma a Horacio Valenzuela.
1. “Las cosas en la vida siempre pasan por algo”
En el más reciente capítulo de esta novela, Adelaida —quien ya venía sintiéndose triste al advertir que su esposo no estaba entusiasmado con la idea de tener un hijo— le cuenta a Horario que perdió al bebé que esperaban. “Las cosas en la vida siempre pasan por algo, pero por lo general pasan por algo mejor... Voy por un par de analgésicos para tu cabeza”, respondió Horacio ante el desconcierto, las lágrimas y el dolor de Adelaida, que terminó por confirmar que la ilusión de traer una vida solo estaba en su cabeza. No era compartida.
2. “Quieren ser madres y profesionales al tiempo y en las dos la cagan”
Uno de los capítulos más estremecedores de la novela se emitió el 27 de junio, cuando Horacio se enteró de que su hija favorita, la que nunca lo había decepcionado, Emma, estaba embarazada. Una situación que afectaría su carrera profesional como arquitecta y con la que, según Horacio, habría “arruinado” su vida.
Horacio, con una honestidad brutal, le dijo a su hija que correría la misma suerte de su mamá, cuando se embarazó de ella. “Deja de creer que las mujeres pueden serlo todo. Quieren ser madres y profesionales al tiempo y en las dos la cagan. Vas a tener que elegir entre ser una mamá y ser una mujer profesional”.
En redes, los internautas estallaron ante tanto machismo.
Emma, que siempre había estado de lado de su padre y le daba la razón, esta vez lo enfrenta y le dice que, puesta a elegir, preferirá a su bebé. “Lo único que hay en mi corazón en este momento hacia ti, que antes albergaba sólo amor, ahora es dolor”.
3. “La plata de mi mujer, que es mi plata, no la toca”
En uno de los capítulos más tensionantes de la novela, Horacio va hasta el apartamento de Joaquín, al enterarse de que Ana estaba empeñando sus joyas, y le lanza una fuerte amenaza. “Le voy a hacer una advertencia para que no se le olvide nunca en su vida. En este momento mi mujer está arriesgando su vida, empeñando las joyas que yo le regalé durante veinte años de casados y seguramente lo está haciendo para pagar algo suyo. Le advierto, la plata de mi mujer, que es mi plata, no la toca”.
4. “No quisiera estar aquí, sino contigo”
En los primeros capítulos de la novela causaba indignación la manera en la que Horacio le hacía creer a Adelaida que su matrimonio estaba mal y que solo deseaba estar con ella, mientras al tiempo jugaba con Ana y le demostraba que todo estaba bien entre los dos pues temía que, al separarse, pudiera perder su empresa y sus bienes. Un rey de la manipulación.
5. “Adelaida me devolvió la vida que tú me quitaste”
Al comienzo de la novela, cuando Ana se entera de que la infidelidad de Horacio no era un asunto pasajero, sino una relación que ya llevaba varios años, decide confrontarlo. “¿Pensabas tener dos mujeres o qué? No tengo ni idea con quién he estado casada los últimos 25 años de mi vida. Te desconozco, Horacio”, le dice Ana con indignación.
Pero, lejos de mostrar arrepentimiento, Horacio le responde con frialdad: “Adelaida me devolvió la vida que tú me quitaste. Ella me hizo entender que podía soñar la segunda parte de mi vida, que podía recuperarla, porque la primera te la dejé aquí, en esta casa”.
6. “Qué decepción tener un hijo cocinero”
No fue una, sino varias las escenas en las que Horacio dejó ver su molestia por la decisión de su hijo Pedro de abandonar dos prometedoras carreras en Europa para dedicarse a su verdadera pasión: la cocina.
En numerosas ocasiones, Horacio no solo le dejó ver a su hijo su profunda decepción, pues dijo que esperaba contar con él para garantizar el futuro de su firma de arquitectos, sino que le recordaba que todo lo que tenía en su vida se lo debía a su padre.
Pero, estas escenas solo demuestran el gran nivel actoral de Jorge Enrique Abello y que cumplió al pie de la letra la sentencia que le confesó a SEMANA entrevista: “Me esmeré en que me odiaran”.