Ana del Castillo, desde muy joven, impactó en la industria musical con su evidente talento y potente voz, postulándose como una estrella a futuro en el género vallenato. Su carrera inició desde hace varios años y se fue puliendo, precisamente después de lidiar con polémicas y problemas personales.
La nacida en Valledupar se forjó una carrera en los escenarios nacionales, convirtiéndose en una de las voces femeninas que se abrió paso en un terreno liderado principalmente por hombres. Su actitud y personalidad le ayudaron con el tiempo, conquistando a un público variado y diferente.
Sin embargo, pese a la voz que posee y a la habilidad para interpretar todo tipo de canciones en español, las miradas de los curiosos suelen posarse en detalles de la vida personal y profesional de Ana del Castillo, ubicándola como blanco de críticas, aplausos o reproches.
Desde hace varios años, usuarios en redes sociales no dejaron pasar la oportunidad y atacaron a la celebridad, juzgándola por su forma de expresarse, por sus apariciones en público, por sus cambios físicos y por sus controversias al pelear o discutir con otras figuras reconocidas.
Sin embargo, en esta ocasión, Ana del Castillo volvió a quedar como centro de noticias en redes sociales y medios de comunicación, precisamente por una participación que tuvo en un evento musical, el cual se realizó como antesala al famoso Festival de la Leyenda Vallenata.
La famosa asistió a los Uper Awards, una sólida iniciativa de la Fundación Upar Awards, donde se reconoce el talento y trabajo de los artistas y productores vallenatos, quienes destacan por sus voces, estrenos y composiciones. La cita fue en Valledupar, donde se premiaría a los nominados de las 35 categorías y a quienes sonaban más como los ganadores de cada uno de los galardones.
No obstante, en medio del auge que tuvo esta celebración en plataformas digitales, la atención de más de uno se giró a la llegada de la colombiana a la gala, donde lució un atuendo bastante polémico e inesperado. La cantante no dudó en ponerle su toque a la imagen, optando por una propuesta atrevida y sensual.
Según se vio en fotos y videos, Ana del Castillo llevó un vestido morado con un escote profundo, el cual se sostenía de tiras de cadena por el cuello. De igual manera, era largo, pero solamente cubría la entrepierna de la artista, siendo ajustado con otra cadena dorada por la cintura, que sostenía el resto de material para tapar la zona de atrás.
El vestuario lo complementó con unos tacones de sandalia y accesorios dorados, mientras llevaba el pelo suelto. En entrevistas no dudó en presumir su escultural silueta, sin miedo a terminar mostrando de más (no sucedió).
En redes las reacciones no se contuvieron y surgieron en publicaciones de varias cuentas.
“Volvió a la época de Adán y Eva”, “Primera vez que veo un vestido que no es vestid, horroso”, “Tiene el cuerpo y la actitud de lucirlo. Lo que no tienen muchas”, “Todo lo que se le ve, se le ve muy bien”, “Hay que ver que hay gente que todo le luce...las mujeres son hermosas con lo que se pongan”, “Ella porque puede”, “Le faltó tela y se pasa de sensual a vulgar”, “No apto para cardiacos”, “Ana siendo Ana, ella está feliz”, “No se le ve nada”, “Se le ve como casi Dios la trajo al mundo”, “No hablen, no se le ve nada”, “La que puede puede y los demás que critiquen”, “Eso no es un vestido”, “No supero estas modas fatales”, “Mejor que vaya sin nada”, entre otros comentarios.