Ana Lucía Domínguez, la actriz colombiana que ha logrado trabajar en México y aparecer en varias producciones de Netflix, suele cautivar con su belleza y profesionalismo.
Recordada por aparecer en producciones como la primera temporada de Pasión de gavilanes, Domínguez emprendió un viaje fuera de Latinoamérica y el destino que eligió junto a su esposo fue el país del Medio Oriente Turquía.
A través de historias de Instagram, recientemente, la mujer de 38 años se grabó desde el aeropuerto, pero días antes de emprender esta aventura se sometió a un procedimiento estético para tener una “cintura de avispa”.
Es común que las celebridades se realicen retoques en su cuerpo, por lo que hay usuarios que confunden algunos procedimientos y lo llaman como cirugía. En efecto, la actriz comentó que lo que ella se hizo fue “un procedimiento estético que no es invasivo”, sin ir al quirófano.
Ana Lucía Domínguez se sometió a varias sesiones de masajes y se los realizó en Colombia. Dicho procedimiento “hace que se cierren un poquito las costillas”, contó a sus más de dos millones y medio de seguidores en Instagram.
Este tipo de técnicas se han popularizado últimamente para quienes viven del entretenimiento y aunque la bogotana tenía una tonificada figura, decidió mejorarla.
Uno de los cibernautas cuestionó a Domínguez acerca de su experiencia y las posibles dolencias del procedimiento. Como respuesta, ella dijo que sintió un “masaje relajante, que no es relajante, pero tampoco es un dolor insoportable. Al principio duele un poquito y después se calienta la piel”, precisó la artista.
La mujer reveló que se sometió a ocho sesiones con láser verde, que se utiliza para rebajar la grasa y, desde su experiencia, en la mitad de masajes empezó a notar los cambios en su cuerpo.
A continuación, las declaraciones en historias de Instagram de la actriz que interpretó el protagónico en la exitosa serie de Netflix Pálpito:
Varios seguidores le preguntaron a Domínguez por qué no formó parte del elenco de la segunda temporada de Pasión de gavilanes. En redes, la mujer comentó que “llegó un pálpito a su vida”.
En ese sentido, la colombiana detalló que debido a su participación en la exitosa serie de Netflix Pálpito no pudo aparecer en la segunda entrega de la telenovela que marcó tendencia en 2003.
Respecto a su reciente trabajo en la plataforma streaming, Pálpito fue escrita por el venezolano Leonardo Padrón, producida por Clara María Ochoa y Ana Piñeres, y dirigida por Camilo Vega; la serie puso en el centro de su narrativa y de su gran expectativa a tres talentos protagónicos probados en el mercado latinoamericano como Michel Brown, Sebastián Martínez y, por supuesto, a Ana Lucía Domínguez.
Según los creadores de la propuesta audiovisual, el casting fue el primer acierto para asegurarse una buena figuración a nivel regional, con rostros aún jóvenes, pero con un atractivo profesional que los mantiene siempre actuales. En sus 14 capítulos, Pálpito desarrolló una trama de poder, tragedia, azar y destino.
Para los expertos, hay accidentes provocados y coincidencias macabras. Está lejos de ser perfecta y no se libra de una que otra inconsistencia narrativa, pero es una serie jugada en su género, que pone el foco en un flagelo terrible como lo es el tráfico de órganos y en sus impactos devastadores en familias y en personas afectadas directa e indirectamente. Del lado menos aplaudido, muchos doctores le critican a la serie un descuido a la hora de abordar prácticas médicas.
A continuación, el tráiler de la más reciente producción en la que participó Domínguez: