Luego de 17 días de hospitalización y de haber pasado por múltiples exámenes, Ángela Hernández, junto a su esposo Jefferson Vega, comunicó en su cuenta en Twitter que vuelve a padecer de cáncer.
Médicos del Hospital Internacional de Colombia realizaron múltiples exámenes para determinar los motivos de la parálisis facial de Ángela Hernández, exdiputada por el departamento del Santander.
La junta médica del hospital decidió hacer una biopsia en la columna para sacar una muestra de las meninges y llevarla a patología. Luego de los estudios requeridos para este caso, el patólogo le informa a la pareja que se encontraron células cancerígenas y que estas son las causantes de la inflamación.
“Necesitamos un milagro, y conocemos el Dios de los milagros”, proclama en su cuenta en redes sociales.
Ante la situación, la exdiputada señala que los especialistas le sugieren un tratamiento que iniciará lo más pronto posible y que confía en que “con la ayuda de Dios” podrá salir de nuevo adelante.
Además, en el video la pareja da las gracias a quienes lo han acompañado y les pide a todos lo colombianos orar por su pronta mejoría.
Esta es la segunda vez que pasa por esta difícil situación, puesto que a mediados de 2020, Ángela Hernández reveló que tenia cáncer e hizo un llamado a las autoridades médicas para prevenir la enfermedad.
En esa ocasión, faltando 15 días para las elecciones a la Gobernación de Santander, la exdiputada Ángela Hernández, en medio de un debate televisivo, sintió que la masa que había detectado en su seno derecho estaba más grande de lo normal. Había pasado por varios exámenes y los médicos le decían que no se preocupara. Pero ese día su instinto la llevó a dudar aún más.
Hoy, ella cuenta que, años atrás, su esposo Jefferson le había detectado una pequeña masa en su cuerpo. Las primeras revisiones en el médico de su EPS le decían que tomara vitamina E y la remitían a su casa. Así ocurrió durante tres años, en los que le decían que podía ser un quiste o una pequeña bola de grasa.
Al salir del debate ese día fue tal la preocupación que no recuerda ni qué ocurrió en medio de la discusión. Fue directo al hospital y le pidieron varios exámenes, sin embargo, los resultados seguían arrojando que todo estaba correcto.
Tras la insistencia de una médica, luego de cambiarse de EPS y varios exámenes más, le detectaron que tenía cáncer de mama. “El cáncer es el nombre, pero hay que buscarle apellido. El mío era un triple negativo, de los más agresivos y de los menos comunes. No era un diagnóstico nada sencillo, había avanzado mucho”, relató Hernández a SEMANA.
En ese momento afrontó la situación y comenzó un proceso de quimioterapias, pero no le hacían efecto. Los especialistas tomaron la decisión de hacerle una cirugía y quitarle el seno.
Vinieron más quimioterapias, procedimientos y medicamentos, hasta que logró curarse y sobrevivir a esta enfermedad. Ahora está a salvo y tiene controles cada seis meses para monitorear su salud y que no la vuelva a sorprender.
“Hoy siento rabia conmigo misma por ser tan ignorante, ingenua; pero al mismo tiempo digo que si los médicos me decían ‘estás bien’, pues te vas para tu casa tranquila”, recuerda Hernández.