Un extenso perfil que la revista Vanity Fair publicó la semana pasada metió en serios aprietos a su personaje Angelina Jolie. La actriz, directora y activista humanitaria promociona estos días su más reciente producción, First They Killed My Father, una historia que aborda los tiempos violentos de los jemeres rojos de Pol Pot en Camboya. Según la revista, Jolie y su director de casting buscaron a su personaje principal en orfanatos, escuelas, y barriadas, pues querían contar con un actor natural que hubiera sufrido en la vida. Una vez preseleccionaron a varios niños y niñas, los sometieron a un extraño experimento. El director de casting ponía dinero sobre una mesa, pedía a los niños pensar en una razón por la cual necesitaban el dinero, y luego les decía que lo tomaran; entonces pretendía sorprenderlos y les solicitaba que explicaran su acción con una mentira. Varios comentaristas, como Marina Hyde del diario The Guardian, consideraron que el ejercicio resultaba cruel y condenaron a la actriz y su equipo. Jolie emitió un comunicado de prensa en el que aseguró que los niños sabían que se trataba de un ejercicio de improvisación, y que estaban acompañados de sus padres y de enfermeras.