El tiempo parece no haber transcurrido para los fans de Betty la fea, ya que, a pesar de que han pasado más de dos décadas de su estreno, siguen recordando con cariño a cada uno de los personajes. Patrick Delmas, quien hizo de Michel en la novela, sigue sintiendo el cariño de los colombianos y reveló las razones del porqué Betty se quedó con Armando y no con su personaje.
SEMANA: ¿Qué hay en estos momentos en su carrera?
Patrick Delmas: Estoy con una obra que se llama Perfectos desconocidos, de hecho cumplimos ya más de 100 funciones. Estoy muy feliz porque es un proyecto que al inicio era una película italiana que yo había visto y pensé que podría ser una obra de teatro, lo compartí con mi compañero de producción y actor, Fernando Arévalo. Él vio la película y estuvo de acuerdo conmigo. Todo nace de una intuición, de una suerte, de un milagro, de ver esta película y de pensar que podría ser una obra de teatro.
SEMANA: ¿Por qué la obra ha tenido tan buen recibimiento?
P.D.: Primero, por la historia de esta obra. Se trata de una reunión de amigos que inician un juego y todos ponen el celular sobre la mesa, permitiendo que todas las llamadas y notificaciones se vuelvan públicas. Yo creo que ya somos una sociedad totalmente enganchada con los celulares y adictos a ellos. El tema de la obra es que tenemos tres vidas: la privada, la pública y la que esconde nuestro celular. Entonces actuando la obra, con la reacción del público, se evidencia que la gente tiene una relación con el celular en pareja y la pregunta es ¿tu pareja deja su celular boca arriba o boca abajo cuando lo pone en la mesa? También la obra aborda otros temas que pegan muy fuerte con el público, y además saliendo de la pandemia, la gente tiene ganas de volver a ver actores en vivo y sentir la emoción humana.
SEMANA: ¿Cuál cree que es la diferencia entre vivir en Francia y vivir en Colombia?
P.D.: Yo siempre siento que Colombia me dio una energía que me hacía falta en Francia, los colombianos no se dan cuenta de esa energía porque nacen con ella. Y no te hablo en términos de trabajo, sino de una energía de vida que han perdido los franceses de alguna manera. Aquí eso fue un choque muy grande porque es una mezcla de la intensidad de la vida de otra manera y fue lo primero que me impactó aquí. También tienen un sentido del humor que me gusta mucho, un humor muy negro, pero todo me terminó enganchando en Colombia. Desde un principio me hizo sentir todo como mucho más mío.
SEMANA: De todos esos papeles que ha interpretado desde que llegó a Colombia, ¿cuál cree que lo marcó más en su carrera profesional?
P.D.: Definitivamente el papel de Michel en Yo soy Betty, la fea fue el que más me ayudó a darme a conocer y a tener un vínculo con Fernando Gaitán. Resulta que cuando iba a terminar Betty, me dijo que había más trabajo en Colombia para mí y me interesaba, porque en ese tiempo yo trabajaba mucho más en Francia. Pero como mi exmujer quedó embarazada en ese momento, yo no quería irme para Francia y me ayudó muchísimo. A los dos meses me llamó para un nuevo papel. Pero Betty, la fea me ayudó a darme a conocer entre el público y Fernando Gaitán, en particular, porque siempre fue bastante protector conmigo. Luego, otro papel que me cambió mucho fue en las Muñecas de la mafia, porque mostró que yo podía hacer papeles de caracterización, no solo de galán. Quería hacer otros papeles, como de antagonista, y gracias a eso llegaron muchos para ese rol.
SEMANA: Hablando de Betty, la fea, ¿qué siente usted cuando la gente lo recuerda en la calle y en las redes por ese papel después de tanto tiempo?
P.D.: Es algo muy fuerte, porque además Betty estaba en Netflix. En Instagram me llegaban mensajes de adolescentes de 14 o 15 años para hablar del tema, pese a que fue algo que pasó hace bastante tiempo, pero les fascina. Así que lo primero fue darse cuenta de que esta novela sigue tan vigente 20 años después, que todavía tiene poder de atraer a la gente, de emocionarlos y de hacerlos reír. Provoca una identificación y no únicamente en Colombia. A mí me mandan mensajes de todo el mundo, pese a que se grabó hace 20 años.
Es el gran mérito de Fernando Gaitán, es una locura. Una vez le pregunté a mi hijo cuando él terminó de ver Betty, la fea, y le gustó muchísimo, por qué le gustaba después de tanto tiempo, y me respondió que lo considera un clásico, como Friends. Es algo que funciona, te gusta verlo y volver a verlo es algo tan bien hecho que ha funcionado así, entonces es un fenómeno mundial. Tener la suerte de haber participado en esto, para un actor como yo, es una oportunidad gigante. Ahora, en cuanto a los mensajes que recibo, son con preguntas como ¿por qué Betty se quedó con Armando y no se fue con el francés?, o ¿por qué Michel no luchó más por Betty? Eso ratifica la emoción que genera 20 años después de haberla grabado.
SEMANA: ¿Por qué cree que después de tantos años Betty, la fea sigue siendo un éxito en Colombia y a nivel mundial?
P.D.: Eso es el milagro de Fernando Gaitán, él tocó una fibra y si uno supiera la receta nos haríamos millonarios, pero él tocó una fibra que sigue vigente, es como por ejemplo cuando llegué a Colombia y no hablaba casi nada de español. Veía al Chapulín Colorado, que ya era algo viejo, pero funcionaba porque estaba tan bien escrito y con estructuras de comedia y de arte. Betty tiene esa magia. Fernando Gaitán era un genio.
SEMANA: Y entonces, ¿por qué Michel no pudo enamorar a Betty y quedarse con ella?
P.D.: De hecho, la anécdota es que hicieron una encuesta en El Tiempo preguntando a la gente que con quién quería que se quedara Betty, y yo saqué como 39 por ciento y Armando 42 por ciento, entonces Fernando Gaitán me dijo que me tenía que sacar de la novela porque era demasiado peligroso, además, obviamente la protagonista tenía que terminar junto al protagonista, es una regla absoluta. Él ya había trabajado en novelas donde no se seguía esa fórmula y la cosa no había salido tan bien. Betty debía quedarse con don Armando. Entonces fue ahí que me tuvieron que sacar de la producción.
SEMANA: ¿Cree que habría funcionado ese romance entre Michel y Betty?
P.D.: No tanto, porque yo creo que la gente, desde el principio, había quedado enganchada con Armando, porque si bien tenía defectos, también tenía cualidades y luego empezó a sufrir por todas las maldades que había hecho, pero ya estaban totalmente enganchados con él.