Ariana Grande es una de las cantantes de pop más famosas en todo el mundo. No muchos artistas ni celebridades, e incluso influenciadores, se pueden dar el lujo de tener casi 400 millones de seguidores en su cuenta oficial de Instagram, pero esta artista sí tiene cómo presumirlo.
La cantante, por su vida mediática, ha estado entre varios rumores y especulaciones. Uno de los rasgos más característicos de Ariana Grande son las coletas en el cabello con las que se le ve en la mayoría de fotos de sus redes sociales y en las presentaciones que realiza en todo el mundo. Usuarios en Internet aseguran que este peinado es debido a que la cantante sufre, supuestamente, de alopecia y se peina así para tapar los huecos. Pero esto no ha sido confirmado.
Ariana se lanzó a la fama como muchos otros artistas jóvenes de Hollywood, a partir de su participación en series para canales juveniles de empresas como Disney o Nickelodeon. Gracias a esto, Grande tiene un gran reconocimiento a nivel mundial y su fortuna le ha permitido darse los lujos que ha querido, entre esos, algunos retoques estéticos de los que no había hablando antes.
A través de un video publicado por la revista Vogue en la plataforma YouTube, la cantante de 30 años afirmó que usó el método de bótox hace algunos años, pero que actualmente ya no lo hace.
“Me puse una tonelada de relleno de labios y bótox a lo largo de los años. Dejé de hacerlo en 2018 porque sentí que era demasiado”, sostuvo.
Además que, para mejorar su apariencia, optó por usar delineadores de ojos más gruesos como un “disfraz”, pero que al pasar el tiempo se dio cuenta que eso no tenía ningún sentido.
“Durante mucho tiempo, para mí la belleza significó esconderse, y ahora siento que tal vez no sea así”, dijo la artista estadounidense.
Para finalizar aseguró que ya no le teme a la edad y espera “que las líneas de mi sonrisa se hagan cada vez más profundas (...) envejecer puede ser algo hermoso”.
Esta confesión tomó por sorpresa a sus millones de seguidores que no estaban enterados de los procedimientos a los que se había sometido Ariana Grande, pues siempre pensaron que su belleza era completamente natural.
Cabe resaltar que el bótox es uno de los procesos que usan las mujeres para evitar las arrugas. Muchas famosas como Jennifer López, Nicole Kidman, Ashley Tisdale, Chrissy Teigen, Gisele Bündchen, Victoria Beckham, entre otras, han sido blanco de críticas por “abusar” de este.
El bótox es una toxina que afecta los nervios, especialmente a una neurotoxina producida por una bacteria llamada Clostridium botulinum, la cual es responsable de la aparición del botulismo. Esta toxina impide que que las señales nerviosas se trasmitan desde los nervios a los músculos, produciendo una parálisis muscular temporal sin lesionar las estructuras nerviosas.
La inyección de toxina botulínica en el músculo a través de la piel elimina o reduce de forma temporal tanto las arrugas de expresión (que aparecen al hacer algún movimiento o gesto con la cara) como las arrugas del entrecejo, del cuello y las “patas de gallo”, todas ellas debidas, en gran parte, a la contracción de los músculos subyacentes. La toxina paraliza estos músculos temporalmente, con lo que la piel adquiere un aspecto liso y la expresión se suaviza y rejuvenece.
La parálisis muscular de la zona donde se aplica el bótox aparece al segundo o tercer día de la inyección y se intensifica progresivamente hasta finalizar la segunda semana. El tiempo varía según el músculo tratado, pero normalmente suele durar de cuatro a seis meses, aunque la respuesta varía de un paciente a otro.