Black Widow es una de las cintas más esperadas y con mejores pronósticos en la reapertura de los cinemas, pero se ha visto ensombrecida por el descontento de su protagonista, Scarlett Johansson, con Disney, dueña de Marvel, franquicia a la que pertenece la película.
Johansson, una de las actrices top de Hollywood, presentó una querella en un tribunal de Los Ángeles, convencida de que Disney incumplió el contrato que firmó con la empresa por su participación en Black Widow, de la cual además es productora.
En este enlace se puede ver el tráiler de la cinta:
Una de las promesas que le hizo Disney fue que la cinta se estrenaría exclusivamente en cines y sus beneficios económicos, en buena medida, se calcularían de acuerdo con las ganancias en taquilla.
Pero esto no ha sido así, pues el debut no solo se dio en los locales, sino además en el servicio de streaming Disney+ cuando, para ella, el plan era que esto sucediera 90 días después de su lanzamiento en salas.
Todo, dijeron sus apoderados, “con el objetivo de impedir que Johansson obtuviera los beneficios totales de su acuerdo con Marvel”, se lee en la demanda de la artista.
En efecto, los clientes de Disney+ tuvieron que pagar 30 dólares adicionales por tener acceso al estreno desde sus televisores.
La respuesta de Disney a la estrella no se hizo esperar. En un comunicado, sus representantes expresaron que lo dicho por Johansson no tiene ningún fundamento. “Esta denuncia es especialmente triste y angustiante y refleja una cruel indiferencia a los efectos horribles, prolongados y globales de la pandemia del coronavirus”, señaló el gigante del entretenimiento.
En cuanto al daño financiero que la actriz afirma que le causa la movida de la firma, esta señaló que ha honrado el contrato. “Es más, el estreno de Black Widow en Disney+ con un acceso prémium ha ampliado significativamente su capacidad de ganar una compensación adicional a los 20 millones de dólares que ha recibido hasta el momento”, aseguró Disney.
Ante estas manifestaciones de la compañía, los representantes de la artista replicaron acusando a Disney de tratar de enlodar el nombre de Johansson de una manera que calificaron de “vergonzosa”. Así mismo, recordaron que “Scarlett ha sido socia de Disney en nueve películas, las cuales han representado para la empresa y sus accionistas entradas multimillonarias”.
Bryan Lourd, miembro del equipo legal de la actriz, le reprochó a Disney que diera a conocer en su comunicado el monto que ya recibió Scarlett, “en un intento por convertir en un arma su éxito como actriz y mujer de negocios, como si tuviera que sentirse apenada por ello”.
En su primer fin de semana, Black Widow recaudó casi 150 millones de dólares en todo el planeta, mientras que en el servicio por suscripción obtuvo 60 millones de dólares.
Como quiera que sea, según los expertos, este no es un conflicto aislado, sino que refleja muy bien hacia dónde van las cosas en la industria audiovisual: las empresas cada vez más están enfocándose en las plataformas de streaming, una prometedora alternativa en materia de audiencia y, por ende, de ingresos. Si antes de la pandemia existía la ventana de tres meses después del debut en cinemas para que las obras pudieran llegar a las plataformas, con la crisis esa norma se ha flexibilizado.
Al respecto, actores y productores temen que el auge de estos medios de difusión lesione sus intereses y los deje por fuera en la repartición de la torta. Por eso, los propios abogados de Johansson le dijeron a la prensa que esta es solo la primera de una serie de demandas de este tipo que se vislumbran en el futuro alrededor del mismo tema.