La Isabella Santiago que los televidentes están viendo cada noche en La casa de los famosos no es ni la sombra de la persona que era en su infancia y en el medio de la farándula ha recibido muchos comentarios alrededor de su participación en realities como ‘Master Chef’ y sobre sus cambios físicos, hasta convertirse en la mujer que es hoy.
La infancia, un momento difícil de su vida
La actriz, nacida en Caracas, fue protagonista de una de las series más recordadas en el canal RCN, Lala’s Spa, y además hizo parte de la producción Nadie me quita lo bailao, del mismo canal. Tiempo después participó del reality de cocina más importante de Colombia, en donde despertó amores y odios y, actualmente, está en la más reciente producción del Canal.
Isabella Santiago fue bautizada como Kreiban Carballo Santiago en su natal Venezuela, pero su infancia vivió rodeada de confusiones, porque no se sentía niño, como lo indicaba su género de nacimiento.
“A los 5 años, llegando al colegio, vi a un niño que me gustó y le escribí una carta con mi nombre, pero no contaba con que el papel se iba a caer al piso y la profesora lo recogió”, contó en una entrevista para El Tiempo.
Por este detalle: “me mandaron a dirección, llamaron a mi mamá y le dijeron que había algo raro en mí. Desde ese momento estuve integrado a una sección que se llama en Venezuela pedagogía o algo así, a la que van ciertos alumnos a reuniones dos veces a la semana”.
Por supuesto, no fueron momentos agradables, pues la catalogaban como una persona extraña que se salía de los comportamientos propios de los niños,
Una lucha constante por la aceptación de la diversidad
Isabella Santiago resaltó que en su escuela, en varias ocasiones, llamaron a su madre porque le gustaba pasar el tiempo con las niñas de su clase.
“Se supone que yo era un niño al que debían gustarle las niñas, y eso no pasaba, y a eso súmale que las maestras llamaban a mi mamá a decirle que yo tenía algo raro, porque no daba puños ni me la pasaba brincando y corriendo como los otros niños, sino que era tranquila y andaba con las niñas”, afirmó la actriz en diálogo con El Tiempo.
Pero los esfuerzos por que le gustaran las niñas fueron en vano, pues Isabella seguía sintiéndose interesada en los niños: “Cuando tenía 8 años, sentía que había algo extraño en mi cuerpo, porque sentía atracción hacia los niños de mi edad y no hacia las niñas, que era lo que la sociedad y mi familia me inculcaban”, relató para CNN en Español.
Al cumplir los 18 años, le contó a su mamá que quería hacer su transición para ser una mujer transexual. Para lograrlo, recibió la ayuda de su amigo, Gabriel Betancur.
Con su personaje de Mónica, en Nadie me quita lo bailao, Isabella Santiago dijo que lo “más importante es que la televisión muestre este tipo de historias de diversidad, y la gente se sienta identificada (...)”.