Hace un año, el nombre de Clara chía solamente se mencionaba en un círculo muy cerrado y élite de España, sin embargo, a partir de septiembre de 2022 empezó a ser reconocido por todo el mundo, para luego convertirse en dos palabras que a diario protagonizan titulares, en todos los medios de comunicación del planeta.
Esto se debe a que la joven española de 23 años es la actual pareja del deportista Gerard Piqué, quien acababa de anunciar su separación oficial con Shakira cuando fue visto con su nueva chica en público, por primera vez, lo que desató una oleada de críticas, insultos y comentarios negativos, que iban en su mayoría directamente en contra de Clara, a quien se tildó como la “villana” de este drama.
Han sido meses muy vertiginosos para ella, y todo debido a su relación amorosa, que incluso terminó plasmada en la letra de una de las canciones más recientes de Shakira, donde se le menciona de forma directa junto al exfutbolista y hasta se le compara con autos y relojes de gama media, que “no le dan la talla” a otros de mucho lujo.
Lo que casi nadie se ha dado cuenta es que Clara Chía no es que sea la más ajena precisamente al lujo, pues a pesar de que le ha huido a los paparazis con toda sus fuerzas e intenta pasar desapercibida cuando camina por las calles de Barcelona, sí ha demostrado que tiene un gusto particular por una tendencia cada vez más afianzada en Europa: el effortless style.
Esta tendencia ha estado en el mapa de la moda durante varias ocasiones, pero fue después de la contingencia causada por la pandemia del covid-19 que empezó a adquirir mucha más fuerza, pues en ella se le da prioridad a la comodidad y la sobriedad por encima del diseño, la innovación y el destello de brillo que puede tener una prenda exclusiva o incluso de alta costura.
Una de las pruebas reina de que Clara es fiel a esta tendencia y se ha convertido en una abanderada de ella, es el vestido que eligió para asistir a la boda de Marc Piqué, el hermano menor de Gerard Piqué. En dicho evento, la catalana se decantó por un vestido dorado y tejido de silueta ligera, pero pronunciada, que combinó con unas sandalias transparentes y unos lentes de sol, que la ponían en un lugar donde no robaba protagonismo alguno a la novia, pero sí destacaba por su elegancia y sencillez.
Muchos atinaron a decir que Chía parecía “en pijama” con dicho conjunto, sin percatarse que se trataba de un diseño firmado por la diseñadora inglesa Victoria Beckham, que hacía parte de una de sus últimas colecciones y vale sus buenos $790 euros, aproximadamente $3′642.993 pesos colombianos.
Este vestido con etiqueta Beckham es una muestra real del effortless, pues en esta tendencia priman los tonos monocolores, siluetas vaporosas y cero constrictoras que pueden llegar al oversize, cero brillo sin perder un ápice de calidad en textiles que pueden destellar por naturaleza y lo más importante, no hay ningún tipo de logos, marcas o cualquier accesorio o detalle que revele su casa de confección.
Este lujo silencioso que no se esfuerza en sobresalir o destacar, también se ve en conjuntos cotidianos que usa Clara en su día a día, en la que ostenta hoodies, en su mayoría negros o blancos de alta densidad en algodón y muy buena factura, básicos imperdibles como jeans customizados de forma personalizada y hasta carteras y calzado muy sencillo, pero fabricados con las mejores pieles del planeta.
Todo esto le brinda comodidad, elegancia y sencillez a esta española que tiene los ojos del mundo puestos sobre ella, sobre cada movimiento que realiza y parece ser que su protagónico (o antagónico) aún tiene mucho tiempo en escena.